El Nuevo Orden Mundial (NOM) quiere instarurar la nueva tiranía climática cuanto antes. Una tiranía que, en el fondo, esconde algo mucho más profundo y perverso: es el hombre el que debe convertirse en esclavo del planeta, y no al revés. Se acabó el mandato bíblico, "henchid la tierra y sometedla". Y si el jueves fue Naciones Unidas quien nos alertó de las peligrosas consecuencias climáticas que provoca comer carne, este viernes nos hemos encontrado con declaraciones 'ad hoc' del príncipe Harry.
Pongámonos en contexto. La revista Vogue elige, para su número de septiembre, como editora invitada a Meghan Markle. En esa edición el protagonismo lo tienen las mujeres que, para la duquesa: representan “las fuerzas para el cambio” en la actualidad. Entre ellas figuran activistas medioambientales como la joven sueca Greta Thunberg –famosa por sus huelgas de los viernes para concienciar sobre el cambio climático– o la primera ministra neozelandesa Jacinda Arden –para cuyo Gobierno la sostenibilidad es un tema central–.
Contagiado por el espíritu entusiasta con la causa de su mujer, el príncipe Harry se encarga de entrevistar a una científica pionera, la primatóloga y protectora de los derechos de los gorilas, Jane Goodall. Y en el transcurso de su conversación el hijo del heredero a la Corona británica ha dejado entrever su decisión de no tener familia numerosa. Oh, my God!
Asegura Harry: ¡Dos como máximo! Siempre he pensado: estamos en un lugar prestado. Y, seguramente, siendo tan inteligentes o tan evolucionados como se supone que somos- en mi modesta opinión, unos más que otros- deberíamos ser capaces de dejar algo mejor para la siguiente generación.
Los duques de Sussex han dejado claro que el medio ambiente es su prioridad. ¿Comprenden? El 'establishment' ha abrazado con inusitado entusiasmo los postulados del NOM que, insistimos, atentan contra lo más profundo del ser humano. La cosa es seria.
El hijo de Lady Di, confiesa que su preocupación por la sostenibilidad del planeta se ha acentuado a raíz de su recién estrenada paternidad: “[La situación] es terrorífica. Especialmente si acabas de tener un hijo”, le dice Goodall al príncipe. Y él responde: “Lo sé (…) Lo cambia todo. Creo que por la gente que he conocido y los lugares que he sido lo suficientemente afortunado de visitar siempre he sentido una conexión y un amor por la naturaleza. Lo veo de una forma diferente ahora, sin duda. Pero siempre he querido intentar asegurarme de eso, incluso antes de tener un hijo y esperar tener hijos…”.
El duque de Sussex reconoce que el ser humano ha generado este problema: “Hemos robado su futuro (…) tenemos que intentar devolverles algo. Y unirnos para intentar curar algo del daño causado, y al menos ralentizar el cambio climático”. ¿Solución? El suicidio demográfico. Matemos al malvado ser humano -a ser posible, antes de nacer-, antes de que se cargue al 'dios' planeta. Tremendo.