La CNMV ganó 20,9 millones de euros en 2018, un 1,1% más que en el ejercicio anterior, según las cuentas publicadas este jueves en el Boletín Oficial del Estado. La mayor parte de los ingresos del supervisor provienen de las tasas, que en 2018 aumentaron un 3,7%, hasta los 62 millones. En contraposición, los gastos subieron un 2,8% respecto a los de 2017, y alcanzaron los 43,9 millones de euros.
La CNMV es un organismo público cuyo presupuesto está incluido en los Presupuestos Generales del Estado. Su función no es ganar dinero, evidentemente, aunque también es cierto que es mejor que no presente números rojos. En definitiva, lo ideal es que se autofinancie. Ahora bien, cuando el beneficio es un 270% superior a lo presupuestado y las tasas aumentan un 14,7% más de lo previsto, ¿por qué no bajar esas tasas?
Según la Ley del Mercado de Valores, los beneficios de la CNMV se podrán destinar a:
1.- “Cubrir pérdidas de ejercicios anteriores”.
2.- “Crear reservas necesarias para la financiación de las inversiones que la CNMV deba llevar a cabo para el cumplimiento adecuado de sus objetivos”.
3.- “Crear las reservas que aseguren la disponibilidad de un fondo de maniobra adecuado a sus necesidades operativas”.
Y 4.- “Su incorporación como ingreso del Estado”.
En el caso que nos ocupa, el beneficio irá a parar a las arcas del Tesoro.
En el BOE también figura el sueldo del presidente de la CNMV, Sebastián Albella que en 2018 ganó 154.803 euros (en 2017 ganó 152.328 euros). Ana María Martínez-Pina, vicepresidenta del organismo, cobró 154.801 euros. Por cierto, la plantilla de la CNMV aumentó un 5,7% y pasó de 422 trabajadores en 2017 a 446 con los que cerró 2018.