- Sacará a bolsa su filial ALD Automotive, en busca de fondos, en la línea de que las partes valen más que el todo.
- El grupo redujo su beneficio un 3,2% (3.874 millones) aunque más de lo esperado: por eso sube en bolsa.
- SG, como BNP Paribas, avanza un proceso de saneamiento: para cerrar 400 sucursales y 2.000 despidos.
- A los dos les encanta la banca digital pero compensan con banca de inversión su debilidad en banca comercial.
Société Génerále (SG) ganó 3.874 millones de euros, el 3,2% menos, sobre todo por su debilidad en
banca doméstica -algo que afecta a todo el sector, debido a los tipos de interés en mínimos-, que ha compensado con su división de
banca de inversión. Con todo, el resultado está por encima de las estimaciones de los analistas (3.600 millones).
SG
juega con el mismo
modelo de negocio (al por menor y mayorista) que el primer banco galo,
BPN Paribas, cuyos
resultados fueron peor interpretados en bolsa que los de SG (sube más del 2%). Los dos flaquean en lo mismo y comparten esperanzas en la
banca digital, pero no terminan de despegar.
Société Génerále avanza también en
ajuste para cerrar 400
sucursales y 2.000
despidos hasta 2020. En 2016 ha cerrado 92 sucursales a las que se sumarán otras 100 en 2017.
En paralelo, ha anunciado, al informar de los
comunicados, la próxima salida a bolsa de
ALD Automotive, su filial de
renting de vehículos, aunque "dependerá de las condiciones del mercado". No obstante, mantendrá una participación mayoritaria. En esos momentos ADL aporta el 4% de los ingresos del grupo.
Se trata, en el fondo de más de lo mismo:
obtener financiación con la idea de que las partes valen más que el todo. Ahora bien, que ADL ha crecido bastante desde hace dos años a base de compras y alianzas, gestiona 1,4 millones de vehículos en 41 países, pero no se quiere detener ahí.
La radiografía de SG se alarga al sector bancario francés en su conjunto, que preocupa al
BCE, como la
banca alemana, mientras las dos plantan cara como pueden a las nuevas exigencias de capital. SG, no obstante, mejora en términos de solvencia (11,5%, por encima de lo requerido), lo que le permite elevar el dividendo un 10%.
La caída del beneficio se explica por el peor comportamiento en el segundo semestre (-40,5%), la reducción de la
cifra de ingresos (25.639 millones de euros, un 1,3% menos) y refleja además el impacto negativo (235 millones) por la venta de su filial
Croacia Splitska Banka (235 millones), que no compensó con la venta de títulos de
Visa Europa.
Rafael Esparza