- La Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) ha publicado los últimos datos europeos sobre reproducción asistida.
- En 16 países se registraron 267.120 ciclos de producción asistida, en una población de 219 millones de habitantes, lo que significa 1221 ciclos por millón de habitantes.
- Las actuales técnicas de la FIV implican una elevada pérdida de embriones, o sea, de seres humanos.
Si tenemos en cuenta que cada embrión es un ser humano, esa es precisamente una de las mayores pegas desde el punto de vista ético que se le puede poner a la FIV. Porque con el resto de embriones, unos se congelan, otros se destruyen y en algunos casos, otros se utilizan para experimentar con ellos, cual cobayas de laboratorio.
Pero muchas veces la información que dan las clínicas que realizan técnicas de Fecundación In Vitro (FIV) no coincide con la realidad y la pérdida de embriones es mucho mayor, lo que no deja de tener objetivas implicaciones éticas.
Así lo ha puesto de manifiesto la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, que ha publicado los últimos datos europeos sobre reproducción asistida, en su Informe nº 14, correspondiente al año 2010, que recoge el Observatorio de Bioética.
En el informe se recogen datos de 16 países. Se registran 267.120 ciclos de producción asistida, en una población de 219 millones de habitantes, lo que significa 1221 ciclos por millón de habitantes.
En la fecundación in vitro FIV, el índice de embarazos pasó del 29.2% en 2009, al 33.2% en 2010. Estas cifras para la técnica ICSI fueron del 28.8% y 32.0% respectivamente.
Cuando se utilizaron embriones congelados y recalentados el índice fue de 20.3%. Con ovocitos donados el índice de embarazo por ovocito fresco trasplantado fue del 47.4% y del 33.3% cuando se utilizaron ovocitos congelados.
No existen actitudes homogéneas en los distintos países en cuanto al número de embriones que se implantan en la FIV, pues se implantaron uno, dos, tres, cuatro o más embriones en el 25.7%; 56.7%; 16.1% y 1.5% de las veces respectivamente, por lo que también variaron los embarazos de uno a varios fetos siendo los de uno los más frecuentes (79.4%); 19.6% los de dos y 1.5% los de tres.
La eficiencia de la técnicas actuales es muy baja (32%) lo que implica una pérdida de embriones, un nacimiento supone cantidad de vida humanas descartadas, "¿vale la pena ese sacrificio humano inherente a esta práctica?", se pregunta, con razón, el Observatorio de Bioética.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com