La venta de Santander Bancorp, anunciada el lunes por la noche, a FirstBank Puerto Rico por 1.100 millones de dólares (unos 986 millones de euros), responde a una estrategia concreta: abandonar aquellos mercados donde no se alcance una cuota del 10%. La filial del banco en Puerto Rico, la cuarta entidad de la isla, no andaba lejos -tenía el 8%-, pero en un mercado en el que las tres primeras entidades controlan el 70% del negocio.
Alternativa: vender ese negocio y destinar los 1.000 millones para impulsar la digitalización de la filial en EEUU, el mercado donde Botín ha concentrado su atención durante los últimos meses. De hecho, es la filial que más trabajadores va a incorporar este año -más de 1.000- con el objetivo de aumentar los ingresos y superar el 8% de rentabilidad alcanzado en 2018.
La estrategia del Santander consiste, pues, en abandonar los mercados donde no tenga una posición destacada y, en los que sí la tiene, alcanzar, como mínimo, entre 15 y el 20 por ciento de cuota.