El Gobierno Sánchez rechazó ayer en el Congreso el parón en las ventas de automóviles, en contra de los datos de los fabricantes, que muetran lo contrario, y, conocidos este jueves los datos de fabricación, también erró en ese aspecto. El presidente destacó que las plantas españolas han producido este año un 1,7% más de vehículos. Sin embargo, tras los datos de Anfac, sabemos ahora que noviembre ha sido también un mal mes en ese sentido, porque han producido un 13,7% menos (256.874 unidades) y ese descenso deja en negativo de -0,03% el balance entre enero y noviembre.
Pese a que las cifras del mes de octubre señalaban una posible recuperación de los mercados europeos, la debilidad de la demanda se mantiene en noviembre, sobre todo en los cuatro principales destinos de exportación: Alemania (-9,9%), Francia (-4,7%), Italia (-6,3%) y en Reino Unido (-3%). Y esa tendencia se une también Turquía, sumida en su propia crisis económica, por lo que la demanda desde ese país ha retrocedido un 39,2%.
La guerra contra el diésel, por tanto, no afecta sólo a España, incendida con las declaciones y prohibiciones de la ministra Teresa Ribera. Esa dialéctica, en fin, negada por Sánchez, ha impactado a las ventas de esos modelos, aumentando las matriculaciones de los coches de gasolina e híbridos, básicamente por la confusión e incertidumbre que ha generado en el consumidor. España es el primer destino de la producción de esos modelos, como en la de Renault en Valladolid, que visitaron recientemente Sánchez y la ministra de Industria, Reyes Maroto (en la imagen).
La tendencia se alarga también al impacto que puede tener en las exportaciones (80% de la producción), en las que se nutre una parte importante del 10% del PIB español. En los datos de fabricación han afectado también la entrada en vigor de la nueva norma de medición de emisiones, WLTP, que ha frenado la entrada de motores homologados y parones en la producción, como en Volkswagen Navarra o Ford.
Esta caída en la producción en noviembre ha sido generalizada para todos los tipos de vehículos, salvo para los industriales ligeros, que están experimentando un cierre de 2018 muy positivo. La producción de vehículos comerciales ligeros es la que registra la mayor reducción, con un 18,5% de disminución de las unidades producidas.
Así, la producción de turismos ha registrado un descenso del 12,7%, con 206.278 unidades ensambladas en el mes de noviembre. En los once primeros meses, se construyeron en las fábricas españolas 2.102.954 turismos, un 0,06% menos que en el mismo periodo de 2017. En cuanto a los todoterrenos, se han ensamblado 4.785 unidades en el mes, un 11% menos, lo que supone un acumulado de 48.832 unidades en lo que llevamos de año, un 8,6% más. Es el único segmento que mantiene el crecimiento acumulado en el año.
En cuanto a la producción de vehículos comerciales e industriales, la fabricación total ha caído un 18,5% si lo comparamos con noviembre de 2017, con 45.811 unidades producidas. La producción de estos vehículos registra, en el acumulado del año, una reducción de ensambladas. Es especialmente relevante la caída de ventas de los tractocamiones. A causa del mal momento que atraviesa su mercado, su producción se ha reducido a la mitad en el acumulado del año.
En noviembre, se exportaron 210.040 vehículos, lo que representa un acusado descenso del 14,4% frente al mismo mes de 2017. Se enviaron fuera de las fronteras españolas un total de 174.183 turismos, un 12,2% menos que en el mes de noviembre del año pasado.
En los once primeros meses del año, se han exportado 2.183.243 automóviles desde España (un 0,24% menos) de los que 1.776.076 unidades corresponden a turismos (con un descenso del 1,4%) y 360.281 unidades a vehículos comerciales e industriales, con una caída hasta noviembre del 6,2% respecto al mismo periodo del año anterior.