El vicepresidente de Anfac, Mario Armero, ha vuelto a la carga para lanzar un mensaje a los dos ministerios de los que depende el sector del motor, Industria y Transición Ecológica, con los que ya se ha reunido. Está de acuerdo -nada nuevo- con el objetivo de descarbonización de la economía, pero “la industria no puede ir sola en esta senda”.
Necesita, por tanto, una transición ordenada para ser competitiva. Y a esa petición se ha unido una reclamación: dejar atrás los mensajes que generan incertidumbre en los consumidores.
Armero ha aprovechado la visita del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a la planta de del grupo PSA y Opel España en Zaragoza, con el director general del grupo, Antonio Cobo (los tres en la imagen) para reparar en las inquietudes del sector, informa Anfac en un comunicado (en el documento adjunto).
Las reformas y políticas industriales deben estar acompañadas de ayudas, medidas fiscales y mejora de las infraestructuras, dice Armero
La planta de Zaragoza producirá a partir de 2019 el nuevo Opel Corsa y su versión 100% eléctrica. Será, por tanto, la tercera en esa meta, después de la planta del grupo en Vigo y la de Nissan en Barcelona.
Ahora bien, España podría perder el peso que tiene si no se aptar a los cambios que vienen. Ahora es el segundo fabricante europeo y el octavo del mundo, pero el futuro del sector depende en gran medida del proceso de transformación que afronta, que depende también del Gobierno. En paralelo, la apuesta de los multinacionales del motor por el vehículo eléctrico no se ha traducido todavía en España con la misma intensidad que en otros países.
Mario Armero ha recordado, en ese sentido, que “no se puede poner en riesgo la competitividad y la rentabilidad del sector de la automoción”. Eso obliga a impulsar reformas y políticas industriales, pero sin olvidar otras cuestiones también importantes (las ayudas para renovar un parque envejecido, una mejor fiscalidad que alientes las compras, como el IVA reducido o las infraestructuras necesarias en los puntos de recarga).