Dos años después del final de los planes PIVE (junio de 2016), el sector del automóvil vuelve a insistir en un plan de estímulo de 150 millones para los dos próximos años con el fin de renovar el parque automovilístico español y que el 15% se componga en 2025 de vehículos alternativos. Ha sido uno de los mensajes lanzados por Mario Armero (en la imagen), vicepresidente de los fabricantes agrupados en Anfac, pero no el único, al presentar, este jueves, el balance del sector en 2017. Depende también de la estabilidad política, aunque “no somos un agente político”, ha dicho Armero.
La patronal prevé un crecimiento del sector del 8% en 2018, después de facturar más de 100.000 millones de euros el pasado, y quedar de nuevo a las puertas de los tres millones de vehículos. En concreto, 2.848.335 unidades. Ahora bien, Anfac tiene un pero: el motor vive el periodo más largo sin planes de estímulo a la compra desde el año 2000.
Armero ha puesto el énfasis en la gestión adecuada de los tiempos para un sector en plena transformación del negocio, a pesar de los avances logrados en los últimos cinco años, sobre todo en competitividad. De lo contrario, el parón que aprecia, seguirá.
El sector prevé un crecimiento del 8% en 2018, tras facturar 100.000 millones en 2017 y quedarse a las puertas de los tres millones de vehículos
El objetivo de Anfac, ahora, es el vehículo alternativo (híbrido, autónomo y conectado), pero requiere la colaboración de todos, con un enfoque integrado, ha asegurado Armero. De hecho, los fabricantes han contactado ya con los partidos políticos y “comprenden los retos de la industria; están de acuerdo, con algunas diferencias entre ellos”, en lo anticuado que han quedado, por ejemplo, la fiscalidad o las infraestructuras de recarga. El apoyo del Gobierno es necesario, ha insistido, para la transición tecnológica de la industria.
Respecto al balance anual de 2017, las cifras más destacadas son, en primer término, la facturación, que creció un 4% más, hasta 64.569 millones, pero se amplía a 100.569 millones con la suma del sector de componentes.
Las ventas conjuntas del sector del automóvil representan un 8,6% del PIB, como en 2016. Creó 5.300 empleos (+5,7%, la tasa más elevada en la EPA) y contribuyó a las arcas del Estado con 28.138 millones (+6%).
España fue el octavo fabricante mundial, a pesar de que la producción de vehículos bajó un 1,5%, hasta 2,84 millones de unidades, 2,3 de ellas con destino al mercado exterior, por un valor de 37.370 millones de euros.
Armero insiste en la estabilidad política y en las reformas necesarias para un sector en trasformación
Las plantas nacionales han fabricado 42 modelos diferentes, con la adjudicación en 2017 de ocho nuevos. Anfac prevé que en el próximo año y medio reciban 15 nuevas adjudicaciones, la mitad para versiones híbridas (eléctricas o de gas).
Respecto a inversiones y matriculaciones de turismos, la previsión es que aumenten un 11 % (hasta 2.160 millones) y un 8%, respectivamente. Los turismos concentran el núcleo en los dos casos, sin ayudas PIVE desde junio de 2016. El crecimiento previsto de las ventas de vehículos comerciales y camiones es del 9% y 5,8%.