La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado este jueves que no se izarán las banderas a media asta -en unidades, bases, acuartelamientos militares y la sede central del Ministerio de Defensa- por Semana Santa el próximo año, tal y como se venía haciendo hasta ahora.
En una entrevista en RNE, Robles ha justificado este cambio a que España es "un país aconfesional" y que "no hay que mezclar" cuestiones personales como la religión con las instituciones. "En nuestro marco constitucional, no tiene cabida", ha zanjado.
Robles afirma que en nuestro marco constitucional, no tiene cabida
"Las tradiciones forman parte de nuestro acervo cultural y como tal, hay que protegerlas. Pero otra cosa distinta es si solo es una manifestación religiosa", ha expresado. Preguntada sobre las procesiones de la Legión, la ministra de Defensa ha explicado que tendrán que estudiar si es una "tradición" o una simple "manifestación religiosa”.
Sin embargo, como informó La Razón en marzo de este año, esta tradición secular -que la bandera nacional ondee a media asta desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, con motivo de la muerte de Cristo- tiene el respaldo del Tribunal Constitucional que en su sentencia del 34/2011, de 28 de marzo señaló: «Cuando una tradición religiosa se encuentra integrada en el conjunto del tejido social de un determinado colectivo, no cabe sostener que a través de ella los poderes públicos pretendan transmitir un respaldo o adherencia a postulados religiosos».
la presencia de las Fuerzas Armadas en determinados actos de Semana Santa no entra en contradicción con el carácter aconfesional del Estado
De manera contundente, las críticas que vinculan religión con política quedan así disipadas ya que la presencia de las Fuerzas Armadas en determinados actos de Semana Santa no entra en contradicción con el carácter aconfesional del Estado. Cualquier organismo público o privado puede mantener sus costumbres religiosas sin vulnerar el régimen general establecido en el Real Decreto aprobado en 2010 por la entonces titular de Defensa, Carmen Chachón que establecía que la bandera debía ondear a media asta en cuarteles y edificios como símbolo de respeto al decretarse días de luto nacional o por el fallecimiento del Rey, del presidente del Gobierno y de militares muertos en actos de servicio.
El laicismo de este Gobierno -es decir, la actitud beligerante contra el hecho religioso- es ya manifiesto e indisimulado.