• Sacyr ganó 120,24 millones pero cobró 197 millones por dividendo de la petrolera.
  • Lo mejor, el crecimiento de la división industrial ( 38%) y la aportación de concesiones.
  • Lo peor, los ingresos siguen cayendo (-3%) y la construcción no remonta (-25%).
  • Y lo neutro: sigue rebajando la deuda pero el apalancamiento sigue muy alto.
Sacyr ha presentados los resultados 2016, que siguen la misma estela de trimestres anteriores. El beneficio cae un 67%, hasta 120,24 millones, como consecuencia de las plusvalías anotadas un año antes por la venta de Testa a Merlin. Ahora bien, el gran alivio está en el dividendo de Repsol, por el que ha cobrado más de lo que ha ganado, 197 millones. En suma, la petrolera soporta el beneficio del grupo que preside Manuel Manrique (en la imagen). Sacyr sigue reduciendo su facturación, un 3% en 2016, hasta 2.860 millones, y se debe, básicamente, a la menor actividad en construcción. El parón en España continúa y en el exterior, los márgenes son muy estrechos. No obstante, compensa el revés, parcialmente, por un mayor peso de las otras divisiones: concesiones (-2%), industrial ( 38%) y servicios ( 19%). Así las cosas, el resultado bruto de explotación (Ebitda) aumenta un 13%, hasta 359 millones, que proceden, sobre todo, de concesiones (206,8 millones), servicios e industrial (106 millones) y construcción, en tercer lugar (58,1 millones). Industria (ingeniería y servicios) y concesiones son los pilares del futuro en la reconversión de Sacyr si quiere sostener y aumentar los ingresos, pero esa reconversión, de momento, es lenta. Y el otro problema es la deuda. La sigue rebajando, pero el apalancamiento sigue siendo muy alto. En total, asciende a 3.726 millones de euros, 508 millones menos en 2015. De esa suma no preocupan los 2.435 millones que están vinculados a la financiación de proyectos, pero sí el resto. Y ese resto está repartido entre los 765 millones vinculados a su participación en Repsol y los 526 millones de deuda corporativa, es decir, con cargo al accionista. Esta última, sin embargo, es la que menos se reduce (sólo 23 millones), mientras que la asociada a la inversión en Repsol está ya prácticamente en la mitad (hace un año sumaba 1.305 millones). Rafael Esparza