- El presidente francés, François Hollande, instó a la UE a dar una respuesta firme y unida a las políticas del presidente de EEUU.
- La canciller alemana, Angela Merkel, y la primera ministra británica, Theresa May, se sumaban al rechazo internacional al veto migratorio del presidente estadounidense.
- El Gobierno de Irak no hizo comentarios pero algunos miembros del Parlamento iraquí dijeron que el país debía tomar medidas similares contra ciudadanos estadounidenses.
- Irán ha anunciado que aplicará medidas de reciprocidad para con los Estados Unidos.
- La Liga árabe dijo tener una "profunda preocupación" por las medidas de Trump.
La decisión del presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, que suspende todas las acogidas de refugiados, así como la entrada en el país de inmigrantes de siete países de mayoría musulmana -
Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen-, fue paralizada parcialmente ayer por una juez de Nueva York, a instancias de la organización de izquierdas Unión Americana para los Derechos Civiles. Su decisión fue seguida por otros cuatro jueces federales de Washington, Virginia y Massachusetts, lo que impidió que cientos de personas retenidas en distintos aeropuertos fueran deportadas a sus países de origen.
En una nueva defensa de la norma el domingo, Trump dijo que su directiva no "iba de religión", sino que se trataba de proteger al país de la amenaza de extremistas islámicos. Y dijo que su decreto, que veta indefinidamente la entrada de refugiados de Siria, no es "una prohibición contra los musulmanes", pero añadió que buscaría dar prioridad a cristianos que estén intentando escapar del país asediado por la guerra.
En
EEUU, los críticos con el presidente han dicho que su decisión señala de forma injusta a los musulmanes, viola la ley y la Constitución de Estados Unidos y mancha la histórica reputación del país como hospitalario con los inmigrantes.
En
Europa, después de que el presidente francés,
François Hollande, instara el sábado a la UE a dar una respuesta firme y unida a las políticas de Trump, la canciller alemana,
Angela Merkel, y la primera ministra británica,
Theresa May, se sumaban al rechazo internacional al veto migratorio del presidente estadounidense. "La lucha contra el terrorismo no justifica poner a personas bajo una sospecha generalizada sólo por su origen o su fe (religiosa)", declaró Merkel.
"El terrorismo no conoce nacionalidades. La discriminación no es una respuesta", dijo el ministro de Exteriores francés,
Jean-Marc Ayrault, mientras que su homólogo británico,
Boris Johnson, afirmó en Twitter: "Es divisivo y equivocado estigmatizar a alguien por su nacionalidad", recoge
Reuters.
El Gobierno de
Irak, que es aliado de Estados Unidos en la batalla contra los fundamentalistas del Estado Islámico y tiene desplegados en su territorio a más de 5.000 agentes norteamericanos, no hizo comentarios sobre el decreto. Pero algunos miembros del Parlamento iraquí dijeron que el país debía tomar medidas similares contra ciudadanos estadounidenses, tal y como anunció Irán.
Irán –que tiene a muchos connacionales suyos bloqueados en los aeropuertos de los EEUU, o que no pueden viajar- ha anunciado que aplicará medidas de reciprocidad para con los Estados Unidos. El presidente Hassan Rouhani declaró que "hoy, ya no es tiempo de construir muros entre las naciones. Los dirigentes de los EEUU han olvidado que hace algunos años incluso el muro de Berlín se derrumbó. Es necesario suprimir los muros entre los pueblos". El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, destacó, en cambio, que la elección de Trump "es una gran regalo para los extremistas", recoge
Asia News.
El portavoz del Ministerio
indonesio de Relaciones Exteriores también dijo estar "profundamente disgustado" por la medida americana. "Nosotros pensamos que la misma influirá de manera negativa en la lucha mundial contra el terrorismo y en el modo de acoger a los refugiados".
El premier turco
Binali Yildirim dijo que "no resolveremos el problema de los refugiados levantando muros".
La joven pakistaní
Malala Yousafzai, premio Nobel por la Paz, dijo tener "el corazón destrozado al ver que América da la espalda a su orgulloso pasado de acogimiento de refugiados y emigrantes".
La
Liga árabe, por boca de Ahmed Aboul Gheit, dijo tener una "profunda preocupación" por las medidas de Trump. Las nuevas normativas "son una restricción injustificada a la entrada de ciudadanos de distintos países árabes, que tiene como consecuencia la suspensión en la aceptación de refugiados sirios".
Hasta ahí lo lógico y casi esperable. Eso sí, la medida ha gustado al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com