La asociación Enraizados ha pedido a la ONU, con el aval de 6.200 firmas, que medie con el Gobierno chino para liberar a monseñor Agustín Cui Tai, obispo de Xuanhua, desaparecido desde abril y aún en paradero desconocido. Naciones Unidas ha contestado a través de la Secretaría para los Desaparecidos forzosos (WGEID), pero pide a la asociación que presente la firma de un familiar del obispo para empezar a investigar, ha sabido en exclusiva Hispanidad.
Y esa es la paradoja, cuando no una contradicción: la ONU sabe perfectamente que contactar con esa persona es imposible por la falta de libertad religiosa en el país comunista y, más en concreto, por la situación la persecución y acoso en la que viven los cristianos. Por eso, Enraizados dirigió su petición a Ahmed Shaaheed, relator especial de la ONU para la libertad religiosa.
La repuesta de la ONU es una paradoja más para no enfrentarse a la falta de libertad religiosa en la China comunista
La alternativa, ahora, es pedir a la ONU que cambie este procedimiento, según el presidente de la asociación, José Castro Velarde. “Es una paradoja más de Naciones Unidas -señala- para no enfrentarse a la falta de libertad religiosa que existe en la poderosa China”.
Para José Castro, la petición de la ONU es “un contrasentido”, por la persecución en el país a los cristianos fieles al Papa, que el régimen no reconoce, obligados a rezar en iglesias subterráneas.
La situación del obispo de Xuanhua, reprimido durante años por su defensa de la Iglesia, es dramática. Su salud ha empeorado notablemente y padece, entre otras enfermedades, una aguda gastritis, neurastenia y vértigos.
La salud de Cui Tai, obispo de Xuanhua, reprimido durante años, ha empeorado notablemente por varias enfermedades
Al fin y el cabo, es lo que han pedido a Ahmed Shaaheed: que interceda ante el Gobierno chino para que se le preste la asistencia médica que precisa y lo “ponga de forma inmediata e incondicional en libertad”.
Además, Enraizados recuerda que no es el único caso fragrante de purga por los “únicos delitos” de oponerse a la política religiosa del régimen y rechazar su inscripción en la Asociación Patriótica de la Iglesia Católica China, que descarta al Papa y la autonomía de la Iglesia.
José Castro Velarde explica los casos de obispos detenidos injustamente, como Su Zhizhi, de la diócesis de Baoding, en la provincia de Hebei, donde también está arrestado el sacerdote Liu Honggen.
La campaña de Enraizados continúa para firmar una petición en Change.org, en concreto en este link.