- EEUU bombardea al Ejército de Asad en Siria (el que mejor lucha contra Estado Islámico).
- Mientras da palmaditas en la espalda a chinos y, por tanto, a norcoreanos...
La política exterior del presidente de
EEUU, Donald Trump, hace aguas o, al menos, resulta contradictoria. Algunos ejemplos…
La coalición contra el
Estado Islámico liderada por EEUU atacó el miércoles a las tropas afines al régimen de
Bachar al Asad "en defensa propia", según el Pentágono. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos cifra en 45 los combatientes muertos.
El ataque se produjo una semana después de que el régimen sirio intensificara la ofensiva contra los rebeldes sirios en zonas de Guta Oriental, informó
RTVE. Pero se da la circunstancia de que el régimen de Assad es el que combate al Estado Islámico, enemigo acérrimo de occidente y… de EEUU.
Además, los norteamericanos dan palmaditas en la espalda a los dirigentes
chinos, que rigen una de las peores dictaduras del mundo y soporte de Corea del Norte. Y el secretario de Estado,
Rex Tillerson, dijo recientemente en Washington que su país sigue comprometido con la política de una sola China (Taiwan). Pekín se está acostumbrando a que Occidente ceda constantemente,
Tillerson realizó estos comentarios durante una reunión con el consejero de Estado de China, Yang Jiechi, para discutir los lazos bilaterales y asuntos de interés mutuo. Por su parte, Yang aclaró la posición china sobre temas como Taiwan, pidiendo que EEUU tome en serio la cuestión, apunta
Xinhua.
Y también da palmadas en la espalda a los norcoreanos, el país donde menos se respetan los derechos humanos. El vicepresidente
Mike Pence no cerró la puerta a mantener algún contacto con representantes de
Corea del Norte durante su visita a los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang (Corea del Sur). "Yo no he solicitado una reunión, pero veremos lo que pasa", dijo Pence a periodistas la noche del jueves, durante una escala de su viaje hacia Corea del Sur en la base militar de Elmendorf-Richardson de Alaska (Estados Unidos), informó
El Nuevo Día.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com