“La resistencia de las personas tiene un límite y yo ya he llegado a ese límite”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, del Partido Popular, presenta su dimisión tras el escándalo del master, que ha excitado la creatividad nacional a favor de memes de internet, pero, sobre todo, tras la publicación por OK Diario, de Eduardo Inda, de un vídeo donde aparece un guardia de seguridad registrando su bolso, porque se había metido en él cosméticos por valor de 40 euros.
Tras un vídeo chorra cuyo significado nadie ha explicado
Es decir, dimite por una chorrada. La pepera más entusiasta de Madrid, la que ha introducido en la Comunidad autónoma capitalina -la más influyente de todas-, y por la fuerza, la corrosiva ideología de género, también en las escuelas, cae por 40 euros y un master universitario medianamente falsificado.
El PP abandonó los principios cristianos y cuando esto ocurre se suele acabar en el puritanismo. Es decir, en un decálogo de mandamientos muy externos, muy chorras y un poco hipócritas. La moral puritana alude a las formas, no a la rectitud de corazón.
Cifuentes era una entusiasta del aborto y ha introducido la corrosiva ideología de género en Madrid. Pero eso no importa
El puritanismo es formalismo y ninguna frase le define mejor que aquella de filtrar el mosquito y tragarse el camello. Cifuentes tenía que haber dimitido por un montón de razones importantes pero ha dimitido por una chorrada.
Y así, el PP acelera su disolución moral (perdón, ideológica)
Esto es muy propio del PP de Mariano Rajoy y supone que el proceso de disolución ideológica (o sea, moral) de la derecha española entra en caída libre. Se disuelve ideológicamente y se disuelve como partido.
Por cierto, ¿de dónde ha salido el vídeo?
¡Eres grande, Mariano!