- Y Fernández Galiano le contrarresta con un intento de fusión con Vocento.
- Santiago Bergareche le quiere para sustituir al Ceo de ABC, Luis Enríquez.
- Y Carlos Segovia quiere ser director de El Mundo en sustitución de Pedro García Cuartango.
- En cualquier caso, con fusiones no se soluciona el problema de la caída brutal de lectores.
- Y todo el problema se resume así: las tres grandes empresas periodísticas españolas están quebradas.
Empecemos por
PRISA.
César Alierta (
en la imagen junto a Luis Velo) le recuerda a
Juan Luis Cebrián que entre
Telefónica, Santander, Caixabank y HSBC, es decir, la operadora y los bancos que han salvado a PRISA de la quiebra, poseen el 54% de la compañía y que están un pelín hartos de que Janli se haya convertido en el más relevante
acumulador de pérdidas de la historia periodística española.
Ojo, lo primero que le exigen es el relevo del actual Ceo de PRISA,
José Luis Sainz Díaz, que sería sustituido por
Luis Velo, el hombre que llevara vídeo en Telefónica de España y al que
Luis Blasco echó de Telefónica.
Pero el verdadero objetivo es
Cebrián y no duden de que si fuera necesario, el propio
Alierta se convertiría en presidente de
PRISA. A Janli no le quiere ninguno de los cuatro grandes accionistas.
Eso sí,
Alierta no puede olvidar que el actual presidente de
Telefónica, principal accionista de PRISA, es
Álvarez Pallete.
Luego está
Unidad Editorial, con
El Mundo, barco insignia, convertido en un auténtico caos.
Fernández Galiano se sabe condenado por
Urbano Cairo. Y por eso, como sabe que sería Velo quien mandará en una fusión entre
PRISA y Unedisa, está intentando una fusión entre
Unedisa y Vocento. Y, aunque no se produzca una fusión no servirá para otra cosa que para recolocar a los directivos.
Otrosí: la redacción de
El Mundo anda a mandoble limpio.
Carlos Segovia quiere sustituir a
Pedro García Cuartango como director.
Es decir que, por una parte, se busca una fusión ente
PRISA y Unedisa. Por otra, una fusión entre
Unedisa y Vocento. Y ninguna sirve para nada, salvo para acentuar el problema real:
la dramática caída de lectores de una prensa vegetal que nadie lee.
Y a todo esto, ¿qué hace
Urbano Cairo, propietario de
El Mundo? Pues pide que le dejen en paz. Cualquier solución le parece buena si deja de perder dinero. Y si no, pues
seguirá apretando las clavijas en materia de gastos. Sólo que eso lleva a la consunción.
En cualquier caso, con fusiones no se soluciona el problema de la caída brutal de lectores.
Y todo el problema se resume así: las tres grandes empresas periodísticas españolas están quebradas.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com