• El ministro de Economía en funciones se ve fuera del próximo Ejecutivo de Rajoy.
  • Lehman Brothers, con Guindos a la cabeza, fue la entidad que coordinó la emisión de las cuotas participativas de la CAM, en julio de 2008.
  • El futuro de BMN parece más claro, aunque será el próximo Gobierno el que decida si la absorbe Bankia o no.
Primero anunció que se marcharía, que dejaba la política definitivamente. Luego comenzó a ganar protagonismo en los medios de comunicación durante la precampaña electoral y más allá, hasta que saltó a la palestra que había sido él que promovió el nombramiento de José Manuel Soria como director ejecutivo del Banco Mundial. Hablamos de Luis de Guindos, ministro de Economía en funciones (en la imagen) y con muy pocas papeletas para repetir con Rajoy. Efectivamente, Guindos se sabe fuera del próximo Gobierno. Pero no se quiere marchar sin cerrar dos asuntos espinosos en los que está, o ha estado, directamente involucrado. Nos referimos a las cuotas participativas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y al futuro de Banco Mare Nostrum (BMN). El tiempo apremia y Guindos tiene prisa. No quiere que ninguno de estos asuntos le estalle en los próximos meses o años. Lo mejor es cerrarlos cuanto antes. No lo tiene fácil, sobre todo con la CAM. Resumiendo: esta entidad fue la primera caja de ahorros que realizó una emisión de cuotas participativas (acciones sin derechos políticos), que salieron a bolsa en julio de 2008 a un precio de 5,84 euros por título. Tres años después, en julio de 2011, la entidad fue intervenida por el Banco de España, y en diciembre de 2011, tras la venta de la entidad al Sabadell, la cotización de las cuotas participativas quedó suspendida. Valían 1,34 euros cada una. El asunto se judicializó por completo y se abrieron varias causas. Una, contra el expresidente, Modesto Crespo, el ex director general, Roberto López Abad y otros diecinueve miembros del Consejo de Administración, por los presuntos delitos de apropiación indebida y administración desleal. La que nos ocupa ahora es la abierta por las cuotas participativas, que se colocaron a 55.000 pequeños inversores y que permitió a la CAM ingresar 292 millones de euros. El caso es que la entidad que coordinó la emisión fue Lehman Brothers, que entonces estaba dirigida, en España, por un tal Luis de Guindos. El ministro respiró hondo el pasado mes de marzo cuando la juez Carmen Lamela archivó la causa, pero el alivio ha sido momentáneo, ya que en junio, la Audiencia Nacional decidió reabrir el caso. El otro asunto, el futuro de BMN, parece más encarrilado, al menos si se culmina su fusión con Bankia. Como recordarán, Guindos fue consejero de la entidad que preside Carlos Egea antes de asumir la cartera de Economía, en diciembre de 2011. En cualquier caso, la decisión final de fusionar los dos bancos nacionalizados quedará en manos del próximo Gobierno. Un Gobierno en el que, casi con total probabilidad, no estará don Luis. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com