• O sea, ante lo que nos llevará a la próxima crisis.
  • Christine Lagarde dirige un organismo creado para que los países paguen sus deudas.
  • Sin embargo, no ha movido un dedo para reducir el pavoroso apalancamiento de la economía mundial.
  • Pero su ambición le lleva a ser el único insensato que se ha postulado para el cargo.
  • Y todo ello con tipos cero, lo que multiplica el problema.
  • Es igual, ella sigue hablando del nuevo sistema financiero internacional.
  • Lo mismo que sus predecesores desde hace 50 años.
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde (en la imagen), es tan ambiciosa como insensata. Se ha presentado a la reelección y, de hecho, el martes 5 de julio inició su segundo mandato, otro quinquenio, que finalizará en 2021. Lo más sorprendente es que el FMI fue creado para asegurar, y ayudar en su caso, a que los países pagaran su deudas. Y precisamente el gran problema global de hoy en día es la deuda creciente, un incremento que se ve acelerado por los tipos de interés históricamente bajos. Pues bien, Lagarde no ha movido un dedo por detener una bola de deuda global, creciente, que nos lleva directamente a la segunda recesión del siglo XXI. Ella sigue hablando del nuevo sistema financiero internacional. O sea, lo mismo que sus predecesores desde hace 50 años. Es el desastre del FMI, un organismo sin ideas y dominado por el día a día. Como Lagarde. Eulogio López eulogio@hispanidad.com