- Es una trágica historia que ha durado tres años, cuando la niña fue arrebatada a su madre, en agosto de 2014, en la ciudad iraquí de Qaraqosh.
- Su madre Aida suplicó entre lágrimas al terrorista que le devolviera a la hija, de tres años, pero este le amenazó con matarla a ella y a toda su familia.
- La liberación se ha producido gracias a la colaboración de un musulmán que tenía a Cristina viviendo en su casa junto a sus diez hijos y su familia.
- Su madre nunca perdió la fe en Dios durante estos tres años sin ver a su hija: «Creo y confío en Dios Padre. Para Él nada es imposible. Se que me la devolverá».
Por fin una terrible historia ha tenido un final feliz. El 22 de agosto de 2014, la familia
Jadaar se encontraba en su ciudad natal
Qaraqosh (Irak) cuando fue obligada por terroristas del
Estado Islámico a abandonar su casa y subirse a un autobús con la mentira de llevarles a un reconocimiento médico. En el autobús,
un yihadista le arrancó a Aida a su hija Cristina de sus brazos.
Aida le suplicó entre lágrimas que le devolviera a su hija, pero
el terrorista le amenazó con matarla a ella y a toda su familia. Desde entonces no han sabido nada de la pequeña.
Su madre nunca perdió la fe en Dios durante estos tres años sin ver a su hija. «
Creo y confío en Dios Padre. Para Él nada es imposible. Sé que me la devolverá», asegura.
Pues bien: Cristina, ha sido liberada en Mosul y ya está viviendo con sus padres en Erbil (Kursdistán iraquí), según han confirmado a
Ayuda a la Iglesia Necesitada fuentes de la iglesia local.
La liberación se ha producido gracias a la colaboración de un musulmán que tenía a Cristina viviendo en su casa junto a sus diez hijos y su familia. En las últimas semanas el
Ejército iraquí ha ido liberando distintos barrios de Mosul y según van quedando libres de los terroristas del autodenominado
Estado Islámico los vecinos van recuperando un poco la normalidad.
Este hombre musulmán de
Mosul en Irak, avisó a un amigo suyo cristiano que tenía alojada en su casa a una niña cristiana de la
Llanura de Nínive. Y así se pusieron en contacto con la
familia Jadear. Un tío de la pequeña fue hasta Mosul a identificar a la niña por la noche ante el miedo de que esta noticia fuera una nueva
trampa de los terroristas.
En el momento de su secuestro Cristina tenía 3 años y ahora 6. Al parecer, ha olvidado el arameo (lengua que hablan los cristianos) y sólo se comunica en árabe. Cuando se encontró con su familia
no reconocía a sus padres.
Cristina y sus padres viven ya juntos en un contenedor que tienen como casa a las afueras del barrio de Ankawa en Erbil,
capital del Kurdistán iraquí, en un centro de refugiados sostenido en gran parte por
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Según las mismas fuentes, como Cristina hay otras muchas niñas más, sobre todo yazidíes, que tras la liberación de los distintos barrios de Mosul,
han empezado a ser liberadas y devueltas a sus familias.
La familia Jadear ha querido mandar un mensaje de agradecimiento a todos los cristianos de muchas partes del mundo que conocían su historia y que han estado rezando por su hija durante estos tres años.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com