• Ya lo intentó hace meses con Liberbank, pero desistió por la baja rentabilidad a corto plazo.
  • Ahora, con Cetelem, quiere entrar en el sector de los microcréditos al consumo.
  • Mucho cuidado, porque esos préstamos pueden ser usurarios.
  • Así lo han denunciado en numerosas ocasiones las asociaciones de consumidores.
Másmóvil quiere ampliar su catálogo de servicios y se ha lanzado al sector financiero. Es algo que lleva persiguiendo desde hace meses. De hecho, estuvo cerca de firmar una alianza con Liberbank, pero al final no cerró el acuerdo porque la rentabilidad era demasiado baja en el corto plazo. Justo lo contrario de lo que persiguen los fondos de capital riesgo como Providence, máximo accionista de Másmóvil: máxima ganancia en el menor tiempo posible. Por eso, el acuerdo lo ha cerrado con Cetelem, financiera de BNP Paribas, especializada en créditos al consumo. Másmóvil tendrá el 49% de la nueva sociedad y Cetelem el 51% restante, según el hecho relevante remitido el jueves por la operadora. "Estamos muy satisfechos del acuerdo con un socio como Cetelem, ya que nos va a permitir ofrecer a nuestros clientes los terminales más atractivos del mercado en las mejores condiciones", ha señalado el consejero delegado de Másmóvil, Meinrad Spenger. Pero mucho cuidado, porque los préstamos que conceden empresas como Cetelem pueden caer en la usura o estar muy cerca de lo que el Tribunal Supremo considera un crédito usurario: que el interés fijado sea más del doble del interés medio de los créditos cuando se firmó el contrato. Para que se hagan una idea, el interés medio de los créditos, actualmente, ronda el 8,40%. Así lo han denunciado en numerosas ocasiones las asociaciones de consumidores Fauca y OCU. Y no es sólo el interés del préstamo. También hay que vigilar otras condiciones del contrato como, por ejemplo, las comisiones por amortización anticipada o las sanciones por el retraso en alguna cuota. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com