Telefónica es la teleco más importante de Hispanoamérica -posee la red de banda ancha más extensa- y una de las más destacadas de Europa, y solo vale 40.300 millones de euros en bolsa. Una ganga que, además, y ha logrado reducir su deuda hasta los 41.785 millones. Sí, continúa elevada, pero José María Álvarez-Pallete ha logrado reducirla en más de 10.000 millones desde que fue nombrado presidente en marzo de 2016. En 2018, el descenso fue de 2.445 millones. En otras palabras, Telefónica es un caramelo que despierta el interés de los grandes grupos mundiales.
Deutsche Telekom (DT) y AT&T son dos de esas multinacionales que, en su día, echaron el ojo a la compañía española. Iban en serio. La norteamericana contó, incluso, con el asesoramiento del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, tal y como adelantó Hispanidad en su momento. Pero Pallete nunca ha querido una fusión ni ha temido ninguna OPA. Uno de los argumentos esgrimidos para defender la independencia de la operadora era su elevadísima deuda, deuda que, como hemos visto, ha disminuido considerablemente gracias al crecimiento del negocio ordinario y a la venta de activos no estratégicos.
Pallete nunca ha querido una fusión ni ha temido ninguna OPA
Entonces, ¿por qué Telefónica ya no interesa a DT y a AT&T o, si lo prefieren, por qué Pallete no teme una OPA de estos dos operadores? Por una sencilla razón: porque los dos acumulan una deuda descomunal que les impiden, si quiera, plantearse una operación de ese calado. Tras la compra, en 2018, de Sprint por parte de T-Mobile, filial norteamericana de DT, la deuda del grupo alemán se ha disparado hasta rondar los 110.000 millones de euros. Una barbaridad que frena cualquier aspiración con Telefónica.
A AT&T le sucede lo mismo. En 2018 se hizo con Time Warner por la módica cantidad de 85.000 millones de dólares, unos 74.760 millones de euros, lo que disparó su deuda hasta los 170.000 millones de dólares que, al cambio actual, son 149.500 millones de euros. Tanto DT como AT&T han dejado de tener a Telefónica encima de la mesa. Lógico.
Las miradas ahora están puestas en los gigantes chinos
El peligro de una OPA, sin embargo, no se ha disipado completamente, aunque es muy poco probable a corto plazo. Las miradas ahora están puestas en los gigantes chinos, que comienzan a enseñar la patita en otros sectores como el energético, con Tres Gargantas. Y son gigantes de verdad: China Telekom tiene 300 millones de clientes, sólo en China, y la más grande, China Mobile, más de 900 millones.