Este viernes, Cepsa ha dado a conocer sus resultados del primer trimestre. Los ingresos han bajado y el Ebitda se ha disparado, por lo que la compañía ya presenta el perfil de la gestión de un fondo. No hay que olvidar que su dueño es el fondo soberano de Abu Dabi, Mubadala, ha acordado la venta de entre el 30% y el 40% de la petrolera al estadounidense Carlyle, una transacción que espera completar a finales de año y que acerca al vicepresidente y CEO de Cepsa, el español Pedro Miró a la jubilación... y ya hay candidatos para sustituirle.
Las cifras de los tres primeros meses muestran control de costes. Mientras, los ingresos (una de las variables más importantes, el negocio en sí) han bajado un 3%, hasta los 5.668 millones de euros; el resultado bruto de explotación ha subido un 31%, a 468 millones y al que hay que descontar el efecto contable (30 millones) de la NIIF 16.
Por si acaso, Mubadala empieza ya a acomodarse al fondo de inversión estadounidense Carlyle
El beneficio neto ha sido de 151 millones (-20%) y al eliminar los elementos no recurrentes y calculando la variación de inventarios a coste de reposición, la ganancia neta ajustada sería de 124 millones (-25%). En esto ha influido la alta depreciación en el negocio de exploración y producción (beneficio de 43 millones, un 22% menos) sobre todo por la mayor amortización de los campos abudabíes de Sarb y Umm Lulu; la baja producción de refino por la parada de la refinería de Gibraltar-San Roque, área con beneficio de 31 millones (-28%); y la menor producción y márgenes en petroquímica, donde ha ganado 21 millones (-40%).
Por su parte, la deuda neta ha pasado de 3.089 millones a cierre de 2018 a 3.074 millones sin tener en cuenta el impacto de la NIIF 16. El ratio sobre Ebitda se ha situado en 1,7 veces, una décima menos.