Primero fue el Supremo y luego los servicios jurídicos del Congreso. Meritxell Batet ha conseguido algo sin precedentes en la democracia española: que los juristas le respondan en menos de 48 horas. En dos palabras: ‘im-presionante’.
Al final, la Mesa del Congreso ha acordado este viernes, con los votos en contra de Unidas Podemos, la suspensión inmediata, con efecto desde el 21 de mayo, de los diputados Oriol Junqueras (ERC), Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, los tres de Junts per Catalunya.
Batet se ha empleado a fondo para intentar justificar la petición de los informes, primero al Supremo -que le devolvió ‘la pilota’ el mismo día- y después a los letrados de la Cámara. Que si es un asunto “de gran complejidad”, que si hay que tener en cuenta “lo delicado de la situación”, que si se ha buscado “salvaguardar el Poder Legislativo y las instituciones democráticas”… En definitiva, que el informe era indispensable.
Algo que Ana Pastor ha negado. Para la expresidenta del Congreso, la ley es muy clara y lo único que había que hacer era aplicarla. “Se han perdido varios días innecesariamente”, ha afirmado.
Para la expresidente del Congreso, Ana Pastor, la ley es muy clara y lo único que había que hacer era aplicarla. “Se han perdido varios días innecesariamente”, ha afirmado
La misma idea ha defendido José Manuel Villegas. Para el portavoz de Ciudadanos, la Mesa debía haber tomado la decisión el mismo martes. “Batet ha empezado muy mal su mandato”, ha señalado.
La voz discrepante la ha puesto Irene Montero. La portavoz de Unidas Podemos cree que se trata de un “tema de enorme complejidad jurídica” y que la decisión se tenía que haber pospuesto hasta la semana que viene. Pero no porque haya elecciones este domingo, sino porque el asunto es tan complejo… Para Montero, en cualquier caso, debería haber sido el Supremo quien decidiera qué hacer con los cuatro diputados en discordia. ¿Por qué? Porque es un “tema de enorme complejidad jurídica”. Doña Irene derrocha argumentos por doquier. Sea como fuere, la decisión de la Mesa no supone una merma de confianza con el PSOE. Pablo Iglesias será ministro… por sentido común.
Tras la suspensión queda conocer la composición final del Congreso. Porque no es lo mismo que los cuatro diputados suspendidos entreguen su acta a que no lo hagan. Lo más probable es que la devuelvan. Y es que, mientras estén suspendidos, no cobrarán... y eso es terrible.