- Manda el año electoral: la oposición no se cree la recuperación y el Gobierno insiste en tapar cualquier sombra que la ponga en duda.
- La prima de riesgo sube al nivel más alto en dos años respecto a Italia por la preocupación por las elecciones catalanas.
- A los inversores les preocupa la deflación y también el efecto de la crisis brasileña en los balances de las empresas españolas.
- En agosto, el patrimonio de los fondos de inversión se redujo en 5.073 millones de euros.
Hay datos objetivos o datos de tendencia, como quien dice, que siempre dan algunas pistas sobre la evolución o las perspectivas económicas. España, naturalmente, no está ajena a ese análisis, sobre todo en un
año electoral como 2015. Este viernes hay datos preocupantes, como el repunte de la
prima de riesgo, por las
elecciones catalanas, y otros de tendencia, como el efecto en las empresas españoles de la crisis en
Brasil. La prima de riesgo forma parte de esa tendencia y por eso ha subido en las últimas semanas.
El problema central, en cualquier caso, está en saber cuál puede ser el impacto real de esos escenarios en la economía real. Otra cosa es que todo eso discurra en paralelo con las claves electorales. Ese es el debate de los partidos y al
27-S seguirán las generales.
Pero hay datos reales que apuntan a que los mercados empiezan a desconfiar de España y eso podría tener consecuencias en la propia recuperación económica de nuestro país.
Este viernes, hay un dato claro: la
prima de riesgo (en 144 puntos) ha tocado el máximo en más de dos años con relación a Italia y la razón no es otra que la preocupación por la
inestabilidad política que pueden provocar las elecciones catalanas si finalmente ganan los partidarios del sí a la secesión.
Ha coincidido con la
Diada, que ha reunido, como era previsible, a miles de personas para pedir eso, la independencia. Y eso, claro, se ha notado en los
bonos españoles, que se han tenido que pagar más caros que los
bonos italianos. Mientras el interés de los primeros bajaba un punto básico, al 1,84%, el de los segundos subía dos puntos, hasta el 2,11%. La distancia se amplía en 27 puntos básicos, la mayor desde mediados de agosto de 2013. Ese verano no había diferencia.
Como
ha explicado a Reuters David Schnautz, de Commerzbank, "habitualmente los inversores españoles e italianos tienen tendencia a comprar cualquier cosa que ofrezca un mayor rendimiento, pero esta vez parece que algunos están preocupados por lo que sucede en Cataluña y están comprando Italia frente a España pese a la bajada del rendimiento".
El Gobierno insiste en que los fundamentos de la economía española son sólidos. Lo han vuelto a decir los ministros
Cristóbal Montoro, tras la
rueda de prensa del Consejo de Ministros, y
Luis de Guindos, en Luxemburgo, antes de la reunión del Eurogrupo. "Los mercados consideran la independencia de Cataluña es indeseable e inalcanzable", ha dicho Guindos y que la subida de las prima de riesgo está "más ligada a los riesgos de las elecciones generales, y en especial a la posibilidad de que España se aparte de la senda de las reformas".
A los inversores también les ha preocupado este viernes el dato de
inflación, que
vuelve a terreno negativo en agosto. ¿Hay riesgo de
deflación? No es probable, pero los precios bajos, senda en la que estamos, añaden incertidumbre sobre un escenario de menos crecimiento, o lo que es lo mismo, menor ritmo en la creación de empleo (o sea menos consumo).
También sobrevuela la
preocupación por la situación en Brasil, por el efecto que puede tener en los balances de las empresas españolas con intereses en ese país. Por ese motivo la bolsa española perdió ayer un 1,78% y sigue en pérdidas este viernes. La puntilla a Brasil se la dio
Standard & Poor's al rebajarle otro peldaño la calificación y con tendencia negativa.
En el campo de la inversión es también sintomático que el
patrimonio de los fondos de inversión haya descendido en 5.073 millones de euros en agosto, según la cifras dadas este viernes por
Inverco (la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones). El patrimonio se sitúa en 367.608 millones después de esa mordida.
Con todo, el balance anual en el año es positivo: hasta ese mes, el patrimonio invertido ha aumentado un 14,9%, hasta los 47.659 millones, y ha aumentado en un millón el número de partícipes (9,34 millones de personas).
Así pinta este viernes. Otra cosa, como señalaba antes, es el debate político. Al fin y al cabo, las dudas sobre la recuperación o no de la economía española se han convertido en el mejor argumento de la
oposición para cargar contra el optimismo del Gobierno y de éste para insistir en la pesada herencia socialista.
Dicho de otro modo:
Rajoy intenta convencer al personal de que si no gana las elecciones peligra todo lo conseguido con su
agenda reformista, y la oposición se obceca en convencernos de que aquí no ha mejorado absolutamente nada.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com