Maurici Lucena, presidente y CEO de AENA, ha anunciado rebaja de las tasas de aterrizaje como incentivo comercial para que las aerolíneas pongan más vuelos en operación, reanudando su actividad en mayor proporción. Una medida con la que espera ayudarlas, que afecta a cerca del 16% de los ingresos del gestor aeroportuario, según los analistas del Banco Sabadell, y no se oculta que “2020 va a ser muy malo”, y más tras los récords de 2019.
Así lo ha señalado Lucena en la Cumbre empresarial de la CEOE y la principal razón para adoptar esta medida es que la crisis económica provocada por el coronavirus ha afectado a su actividad, y se debe reducir el impacto. Los analistas del Banco Sabadell (donde, por cierto, Lucena trabajaba antes de aterrizar en AENA) valoran positivamente la estrategia porque las medidas dinamizadoras de la recuperación del tráfico tienen mayor importancia por el doble efecto que tienen en el resto de partidas del negocio regulado y en la vuelta a la normalidad del negocio comercial.
Lucena señala que el tráfico aéreo se desplomó un 95% en abril y más del 99% en mayo, “los meses más duros de toda nuestra historia”
El presidente y CEO del gestor aeroportuario ha enumerado los “factores clásicos” de esta recesión: las restricciones a la movilidad, que “van a permanecer aunque sea de forma parcial”; la pérdida de poder adquisitivo de las familias y empresas; aumento de la tasa de ahorro; y ciertas reservas a la hora de recuperar la actividad anterior de ocio y viajes. De hecho, el tráfico aéreo se desplomó un 95% en abril y más del 99% en mayo, “los meses más duros de toda nuestra historia”, ha afirmado. Eso sí, ha añadido que para que los procesos aeroportuarios sean seguros se ha reforzado la desinfección y habrá cámaras termográficas que tomarán la temperatura sin que el pasajero lo perciba, y habrá cambios en los mostradores de facturación y de embarque de pasajeros con aforos máximos y marcas para las distancias, entre otras medidas.
Paralelamente, Lucena ha señalado que se retoma la actividad inversora, con 1.200 millones de euros para este año y 2021. Eso sí, dos de los proyectos más ambiciosos (las ampliaciones de los aeropuertos Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat) se retrasarán, como ya avanzó el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, a principios de mes.