En EEUU, el Senado controlado por los republicanos de Carolina del Sur aprobó una ley que prohíbe el aborto tan pronto como se detecte un latido fetal, y envía la medida a la Cámara estatal para su consideración, según informa LifeSiteNews y traduce Religión en Libertad.
El proyecto de ley requiere que cualquier persona que realice un aborto primero realice una ecografía para evaluar los latidos del corazón fetal. Si se encuentra uno, abortar al bebé de todos modos sería un delito grave por el cual un abortista podría perder su licencia médica. El proyecto de ley contiene excepciones por violación, incesto, amenaza médica a la madre o anomalías fetales consideradas “incompatibles con la vida”.
En la misma línea, el Papa Francisco dijo este 8 de febrero que desafortunadamente “un número cada vez mayor de legislaciones de todo el mundo parecen distanciarse del deber esencial de proteger la vida humana en todas sus etapas”.
Así lo dijo el Pontífice en su discurso ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, en el que reflexionó sobre los efectos de la pandemia y reafirmó el valor de la vida “desde la concepción en el seno materno hasta su conclusión natural”, recogió Aciprensa.
El Santo Padre añadió que “si se suprime el derecho a la vida de los más débiles, ¿cómo se podrán garantizar efectivamente todos los demás derechos?”.
En esta línea, el Santo Padre reconoció que “desafortunadamente, duele constatar que, con el pretexto de garantizar supuestos derechos subjetivos, un número cada vez mayor de legislaciones de todo el mundo parecen distanciarse del deber esencial de proteger la vida humana en todas sus etapas”, añade Aciprensa.
Asimismo, el Papa recordó también “el derecho al cuidado, que es prerrogativa de todo ser humano” y citó su reciente mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2021 en el que destacó que “cada persona humana es -en efecto- un fin en sí misma, nunca un simple instrumento que se aprecia solo por su utilidad, y ha sido creada para convivir en la familia, en la comunidad, en la sociedad, donde todos los miembros tienen la misma dignidad”.
En este sentido, el Santo Padre añadió que “si se suprime el derecho a la vida de los más débiles, ¿cómo se podrán garantizar efectivamente todos los demás derechos?”.
“Desde esta perspectiva, renuevo mi llamado para que se le ofrezca a cada persona humana el cuidado y la asistencia que necesita”, exhortó el Papa quien agregó que “es esencial que todos los que tienen responsabilidades políticas y de gobierno se esfuercen para favorecer, antes que nada, el acceso universal a la atención sanitaria básica, fomentando asimismo la creación de centros de salud locales e instalaciones de atención médica conformes a las necesidades reales de la población, así como la disponibilidad de tratamientos y medicamentos”, añade Aciprensa.
“En efecto, no puede ser la lógica del lucro la que guíe un sector tan delicado como el de la asistencia y los cuidados sanitarios”, advirtió el Papa.