- Y sextuplica al de Barcelona.
- Pero su deuda también sextuplica la de la ciudad condal.
- Por comunidades autónomas, la peor situación financiera es la de Murcia (2,82%), seguida de Cataluña, Extremadura y Valencia. La menos endeudada, Canarias.
- El despilfarro autonómico más grave de la historia reciente llegó en 2009, con Zapatero y Elena Salgado.
En vísperas de las elecciones municipales, el Ayuntamiento de Madrid, al cierre de 2014 (ver cuadro) presentaba un saldo presupuestario no financiero de 1.330 millones de euros en 2014, más del doble que las otras cinco grandes ciudades españolas juntas (Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Málaga) y sextuplicaba el saldo de Barcelona.
La situación del Ayuntamiento con Ana Botella (en la imagen junto a su predecesor, Alberto Ruiz Gallardón) es curiosa. Por una parte, la alcaldesa se retira con una bajada -modesta, no nos engañemos- de impuestos. Por otra parte, es la Corporación municipal más endeudada de España. Lo lógico ahora sería pagar la factura financiera que dejó Gallardón a toda velocidad yestabilizar el capítulo de deuda.
Vamos con el resto del Estado. Por los pelos, pero el Estado español cumplió con el déficit público previsto para 2014. Para ser exactos se pasó del 5,5% comprometido para cerrar en el 5,72%.
Ahora bien, fueron las comunidades autonomas con un déficit del 1,66%, muy por encima del 1% previsto, las que no acaban de apretarse el cinturón. Así, la necesidad de financiación del conjunto de las regiones apuntan hacia unas comunidades bastante derrochadoras (no se fijen en Euskadi y Navarra porque su especial estatus fiscal les convierte en difícilmente comparables, al menos a la hora de asignar culpables). El campeón de los manirrotos es la Comunidad de Murcia, con una necesidad de financiación del 2,82%, seguida de Cataluña, con el 2,58% de su PIB; Extremadura (2,44%) y Valencia (2,39%). Tres regidas por el PP y una por CiU. Es a estas comunidades derrochonas a las que mas premia el nuevo sistema de regulación de deuda de Cristóbal Montoro.
Pero aun más grave es contemplar el cuadro de deuda comercial de la CCAA, porque estos impagos a proveedores provocan un gran daño a las empresas que les surten. Y ahí se deja ver que fue 2009, segundo año de la segunda legislatura Zapatero en la que se disparan tanto los impagos a proveedores por parte de las comunidades autonómicas como, lo que es aún más importante, la necesidad de financiación del conjunto del Estado.
Eulogio López