Caso real: el miembro masculino de la pareja (tres hijos, acude a comisaría harto de que su mujer le amenace con denunciarle por violencia de género).
El policía, de entrada, le dice que no sea tonto y que no interponga la denuncia: “Márchate de casa, no ves que esta denuncia te la van a archivar. Y cuando ella te demande, tendremos que meterte a ti en el calabozo”.
¿Lo cogen? Abandona a tus hijos, tu techo, porque mientras sigas allí estás en peligro de ser denunciado, en falso, por tu mujer.
Y encima, si él le denuncia a ella es papel mojado pero como sea ella quien le denuncia a él, se ordena la policía que acuda la domicilio conyugal, le saque de su casa delante de sus hijos y le encierre en el calabozo. Si el abogado/a de la susodicha tiene muy mala leche -y la suelen tener- perpetrará el asunto en viernes, para que la víctima masculina pase en la trena tres días en lugar de uno. Y todo ello sin diligencia alguna. Basta con la palabra de la esposa.
Apunten el porcentaje por Santiago Abascal: el 80%, de los casos en que los hombres son denunciados por sus parejas, las denuncias son inadmitidas, sobreseídas y archivadas"
Y entonces llega la entrevista-encerrona a Santiago Abascal, la noche del jueves en TVE. El líder de Vox proporciona un dato, un porcentaje. “El 80% de las acusaciones femeninas contra los varones son inadmitidas, sobreseídas o archivadas”.
Es igual, la alabada ley contra la violencia de género ha creado un ambiente de terror social en el que basta la amenaza de la mujer, el “te voy a denunciar por violencia de género” para que su compañero ceda en todo: custodia de los hijos régimen económico etc. Vamos que lo pierdes todo pero, al menos, no vas a la cárcel.
Dicho de otra forma: no es que la mujer denuncie en falso la violencia de género, le basta amenazar con hacerlo.
Pero no te atrevas a decir que esto es lo que ocurre. Puedes acabar muy mal, muchacho.
La ley contra la violencia de género es la historia de una grandísima mentira. Lo cierto es que la víctima es el varón, no la mujer.