Habla José María Marín Quemada, presidente de la CNMC, el organismo de lucha contra el monopolio. Y miren ustedes, si no estuviera convencido de que ya no está Álvaro Nadal, su principal adversario, por mantener no sólo su cargo, sino la autonomía de la CNMC, juraría que su discurso suena a despedida.
Ya saben ustedes cuando los presidentes hacen balance de su gestión es que están pensado en la despedida. Pero cuidado: José María Marín Quemada agotará su mandato en la CMNC, que vence en septiembre de 2019 y, además, el cambio de Rajoy por Sánchez le ha venido de cine: se ha librado de Álvaro Nadal. El presidente de la CNCM temblaba con el PP y respira con el PSOE.Y les aseguro que no es un señor de izquierdas. Sólo es un peligroso liberal.
Batallas que ya ha ganado con el nuevo Gobierno: la cuantificación de los peajes eléctricos, asunto clave en la tarifa eléctrica y que Álvaro Nadal le había arrebatado
El pequeño comercio no pide ventajas a la autoridad: lo que pide es que los grandes no jueguen con ventaja. Pero la CNMC no está por la labor
Y más: con la llegada de la ministra ecologista, Teresa Ribera, también saldrá adelante el proyecto de la CNMC de obligar a las eléctricas a cambiar los nombres de comercializadoras y distribuidoras. Cuando le preguntas a la CNMC si eso es tan importante te responden de la siguiente guisa: “Si no hubiéramos percibido mucha picaresca para engañar al usuario, no lo consideraríamos tan importante”.
Más. Marín asegura que “la digitalización es imparable”. Cierto. Además, en economía las ganancias de productividad son muy importantes, pero no es lo principal: lo principal es satisfacer las necesidades de las familias. Y en este punto los apóstoles de la digitalización andan especialmente obtusos.
La digitalización es imparable. Sí, pero no tiene por qué ser buena
Hablando de balance. Asegura Marín que la CNMC ha impuesto 800 millones de euros de sanciones desde 2004, cuando nació la CNMC. El 82% de las decisiones de la CNMC vienen avaladas por el Tribunal Supremo.
Pisos turísticos. Las CCAA se han puesto a regular y eso ha creado un lío mayúsculo de 17 normativas. Ahora hay que salir de ese embrollo.
La CNMC ha creado una Unidad de Inteligencia Económica, que es como la inteligencia militar. Algo que siempre se presupone y a veces se demuestra.
Duopolio televisivo Atresmedia-Mediaset. Curioso que el presidente de la CNMC ya hable de ‘duopolio TV’, un concepto que acuñó Hispanidad y que molesta especialmente al duopolio: a Atresmedia y a Tele 5-Mediaset. Ahora bien, llevan casi 12 meses y no resolverán hasta el límite legal, que son 18 meses. Pero dice Marín que en Europa no es año y medio el tiempo máximo para resolver, sino dos años. Pues que bien, en seis meses sabremos qué dice la CNMC sobre el duopolio de los Lara y Berlusconi.
Por seguridad jurídica asegura Marín: sí, pero cuando la justicia es segura pero lenta… resulta que deviene injusta.
Telefónica y MásMóvil. A Marín Quemada le encanta el cuarto operador. Ahora, ese cuarto operador, porque MásMóvil se lleva el 90% de las nuevos clientes pero sigue siendo ‘low cost’. Marín lo explica así: “cuando hubo tres operadores, los precios de la telefonía subieron, cuando llegó el cuarto operador los precios no bajaron pero sí que los grandes lanzaron low cost”.
Los precios del teléfono están subiendo, no bajando, como ocurre en Europa, por la convergencia. MásMóvil ayuda a reducirlos.
Por cierto, arremete el presidente de la CNMC contra el empaquetamiento (fusión o convergencia), un fenómeno español… que ha provocado que los precios de la telefonía “bajen en Europa mientras, de media, continúan subiendo en España”.
Y tan español: lo inventó Telefónica.
Pequeño comercio. La verdad es que la CNMV siempre se ha distinguido por defender el mercado, hasta cuando este parece un gallinero. Y así, Marín defiende a UBER frente a los taxistas y a las grandes superficies frente al pequeño comercio: “No podemos poner barreras a las grandes superficies o al comercio electrónico en defensa del pequeño comercio”. (¿Y por qué no, si no luchan con las mismas armas?) Este es el problema de Marín Quemada: un buen liberal pero que no defiende lo pequeño frente a lo grande.