• Competencia considera que la petrolera que preside Brufau y Cepsa están presionando al regulador.
  • Entre las dos controlan el 49% de las gasolineras, cuando la mayoría de las 'fantasmas' son independientes.
  • Los rifirrafes entre la CNMC y las petroleras vienen de lejos por la tardanza en trasladar la caída del crudo.
  • Marín Quemada reitera su tesis en el Congreso: las estaciones sin personal aumentan la competencia.
José María Quemada, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) (en la imagen) comparece este miércoles Comisión de Economía del Congreso, donde ha vuelto a insistir en su tesis de que las gasolineras desatendidas, también llamadas fantasma, aumentan la competencia. Marín Quemada visita la Cámara para explicar las líneas básicas de actuación de la CNMC y así ha respondido a una pregunta del grupo socialista sobre las conclusiones del informe sobre el mercado de distribución de carburantes, aprobado en agosto. Y más en concreto, sobre la gestión de las gasolineras desatendidas. La posición del regulador es conocida, por tanto, y provocó un escalofrío en el sector, dependiendo en este caso -como en tantos- en los intereses de las partes. El informe considera que las gasolineras fantasmas "aumentan la competencia efectiva en el mercado y presionan a la baja los precios de los carburantes, aumentando con ello el bienestar de los consumidores finales". Competencia considera que hay una campaña en contra del regulador de Repsol y Cepsa, petroleras que controlan el 49% de las gasolineras, en contra de esas de las nuevas estaciones. La batalla esta vez está en la seguridad. Es lo que argumentan está vez Repsol, que preside Antonio Brufau, o Cepsa (seguridad contra peligro). Y eso no hace más que reavivar viejas heridas: la CNMC ha reprochado en varios informes que las petroleras tardan demasiado en trasladar al precio de los carburantes la caída de los precios de petróleo. Y las compañías, como es natural, se han defendido diciendo lo contrario: han explicado que los precios bajan a la misma velocidad en España que en Europa. La radiografía del reparto de estaciones de servicio en nuestro país, en cualquier caso, pone de relieve el reparto. España cuenta con unas 9.800 estaciones, que están controladas en su inmensa mayoría por cinco petroleras, sobre todo Repsol, principal operador y Cepsa. A Repsol, en concreto, corresponde el 34% y a Cepsa, el 15%. Las otras tres grandes son Galp, con el 6%, Disa, (5%) y BP (4%). Por otra parte, según los la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE), el número de gasolineras fantasmas asciende a 300, la mayoría de ellas independientes, al margen de las petroleras. Repsol y Cepsa sólo tienen unas 35 gasolineras desatendidas. El grupo socialista es partidario de que se modifique la normativa en coordinación con las autonomías para obligar a que al menos haya un empleado para atender en horario diurno. Y hay que recordar que esas gasolineras han sido prohibidas o se prevé que sean reguladas en Madrid, Navarra, Asturias, Baleares, Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón, Murcia o la Comunidad Valenciana. Rafael Esparza