El candidato a la Presidencia de México, el rojísimo López Obrador, ha dicho que no piensa expropiar a nadie pero, en clara referencia al hombre más rico de México, Carlos Slim, el candidato sí ha dicho que quiere romper las relaciones entre poder político y grandes empresas. Eso es fácil de decir.
Al tiempo, cesa el delegado del grupo en Colombia, Pedro Collado
Pues bien, en FCC, la empresa que controla Slim en España, han tenido bronca con Colombia y Slim ha vociferado que hay que marcharse del país. La verdad es que no se sabe quién gana más con la presencia de FCC, si la empresa o el país. Es de suponer que ambos. Ahora bien, la bronca con el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos ya se ha cobrado una cabeza, la del delegado de FCC en Colombia, Pedro Collado. Y ojo, porque la presencia de FCC en Colombia no es baladí.
Justo en el momento en que Slim comete el error de enfrentarse al mexicano López Obrador
Pero el enfrentamiento más importante, no se produce ni en México ni en Colombia, sino en Las Tablas. Recuerden que los australianos de IFM pagaron 1.024 millones por el 49% de la filial de agua de FCC. Pus bien, antes del cierre la operación (lo que ocurrirá en septiembre) las relaciones entre australianos y mexicanos no pueden ir peor. IFM se queja de imputaciones de costes que no corresponden a Aqualia sino a otras unidades del grupo y ha empezado a pedir cuentas. También se queja de que los mexicanos le ningunean y de que compraron cara una minoría de poder en una empresa sin deuda y hoy apalancada -en esto tienen mucha razón-, lo menos que pueden exigir es tener más capacidad de control.
Lo más importante: Slim empieza a cansarse de España
No, no bajan tranquilas las aguas en FCC. Y lo peor es que el grupo Slim entra en periodo de sucesión. Y hasta podría ser que España ya no resultara prioritaria para el magnate.