MásMóvil ha llegado a un acuerdo para comprar Lycamobile España, operador móvil virtual de prepago, por 372 millones de euros en efectivo y libre de deuda. Según el comunicado remitido este lunes por la teleco a la CNMV, el pago se realizará en tres tramos, siendo el primero el más importante, de 307 millones, que se llevará a cabo cuando se cierre la operación, el segundo, de 30 millones, dentro de seis meses y el último, de 35 millones, doce meses después del cierre del acuerdo.
Sea como fuere, 372 millones es un precio muy elevado si tenemos en cuenta que el sector de prepago en España está valorado en unos 700 millones de euros. ‘Lyca’ cerró 2019 con 1,5 millones de líneas, es decir, MásMóvil ha pagado 248 euros por línea o, si lo prefieren, 21 euros por cliente al mes, casi tres veces más que el Arpu (ingreso por usuario) durante 2019, que fue de 7,3 euros. Y todo esto en un mercado con un churn (ratio de clientes que se dan de baja) elevadísimo: la fidelidad de los usuarios no supera el 50%.
Tras esta operación, financiada íntegramente con deuda bancaria, la deuda neta de MásMóvil, que cerró 2019 en 1.656 millones de euros, superará los 2.000 millones. Es mucho para una compañía que apenas aumentó el beneficio bruto en 756.000 euros durante el último ejercicio, hasta alcanzar los 65 millones de euros.
El mercado ha acogido con entusiasmo la operación y las acciones de la teleco subían más de un 4,5% a primera hora de esta tarde. En cualquier caso, estamos hablando de un valor muy caro dentro de la bolsa española, con un ratio precio-beneficio (PER) del 26,6, lo que viene a significar que se necesitan más de 26 años para recuperar la inversión vía dividendo. Para que se hagan una idea, el PER implícito estimado para el Ibex35 durante 2020, según los analistas de Bankinter, es del 13,6.
En definitiva, la compra de ‘Lyca’ vuelve a demostrar que MásMóvil sigue siendo una operación especulativa, y que la teleco nació para ser vendida a un tercero.