Con la CNMC hemos topado. Eso es lo que piensa John Hahn, responsable del fondo Providence en España y experto en pegar pelotazos en el sector de las telecomunicaciones. Lo hizo con ONO y volverá a hacerlo con MásMóvil. De hecho, ya ha comenzado: en enero de este año vendió el 14% de la teleco por 245,7 millones de euros. Recuerden: Providence se convirtió en el máximo accionista tras inyectar entre 165 y 200 millones en julio de 2016.
La idea de Hahn es permanecer en el accionariado de la teleco solo el tiempo estrictamente necesario. Ni un minuto más. La apuesta del fondo por MásMóvil, como ocurrió con las anteriores, es financiera y no industrial. Lo único que le importa Hahn es la cotización bursátil de la compañía; lo demás es secundario y debe estar al servicio de la especulación. En otras palabras, la meta del máximo accionista de MásMóvil es la venta total de su participación al mejor postor.
La venta del 44,6% que Providence posee de MásMóvil se está poniendo muy difícil
Aquí es, precisamente, donde Hahn comienza a ponerse nervioso. La venta del 44,6% que Providence posee de MásMóvil (a través de bonos convertibles que vencen en 2024) se está poniendo muy difícil. El mejor situado para comprar la teleco, según todos los analistas, es Orange. Sería la operación perfecta, la que más sinergias presenta. Solo hay un problema: la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC).
El organismo que preside José María Marín Quemada no se opone directamente a operaciones de concentración, eso sí, siempre y cuando no dañen a la competencia. Y reducir el número de operadores de cuatro a tres sí afecta al sector, por lo que la CNMC impondría unas condiciones muy duras a Orange para salvaguardar esa competencia que existe con cuatro operadores.
Vender MásMóvil a un operador extranjero no parece factible
A John Hahn no le gusta esta situación y a Orange tampoco. La teleco que dirige Laurent Paillassot estaría dispuesta a hacerse con MásMóvil -las sinergias son enormes- pero sin condicionantes.
Mucho menos atractiva resulta la fusión MásMóvil-Euskaltel. La cablera del norte no está atravesando su mejor momento y, tras anunciar que prescinde del fútbol, está perdiendo clientes en Galicia, Asturias y Euskadi. Además, en Navarra no está logrando en avance que esperaba.
¿Y vender MásMóvil a un operador extranjero? Tampoco parece factible. El mercado español es demasiado estrecho y estamos hablando de un operador pequeño comparado con los tres grandes.