- La encuesta, contratada por una influyente institución social, ya está sobre la mesa de Presidencia del Gobierno.
- Los resultados son demoledores: si el PP no es la lista más votada acaba el sueño de gobernar con la ayuda de Ciudadanos.
- Y dejaría el camino libre a Pedro Sánchez para pactar con Rivera y no con Podemos (en horas bajas).
- La consiga en el PP es clara: cierre de filas con Rajoy en contra de Aznar. Hoy le ha tocado el turno a Cristina Cifuentes.
- Pero eso no acaba con la crisis interna, que ha acelerado el mal resultado en las elecciones catalanas.
Crisis en
Moncloa y profunda. Una encuesta de alta credibilidad, que ya está en manos de Presidencia del Gobierno, asegura que el ganador de las próximas
elecciones sería el
PSOE, seguido de
Ciudadanos y, en tercer lugar, el
PP. La encuesta ha sido contratada por una muy influyente institución social, y ha encendido, como era previsible, todas las alarmas en el PP.
Dicho de otro modo, esa encuesta tiraría por los suelos toda la estrategia electoral utilizada hasta ahora por el PP, que ha girado sobre dos ejes -acercamiento a Ciudadanos para poder gobernar con mayoría simple y desprestigio de
Pedro Sánchez-, y un supuesto necesario: que el PP sea la lista más votada.
Por un lado, el acercamiento a Ciudadanos era inevitable ante la creciente posibilidad de que ese partido tenga la llave del próximo Gobierno de la nación. Esa hipótesis ha ganado enteros a la luz de sus resultados en las
elecciones catalanas: ha triplicado escaños y es ya la opción más contundente contra los independentistas de
Junts pel Sí. El PP ha quedado en quinta posición.
Dicho de otro modo, la intención del PP consistía en la aproximación a Ciudadanos, como en Madrid y por eso gobierna
Cristina Cifuentes, para evitar lo que ocurrió en Andalucía, en la que la formación de Rivera facilitó la investidura de
Susana Díaz.
El segundo eje de la estrategia electoral
popular, que también se cae, ha consistido en lanzar toda su artillería contra Pedro Sánchez, entre otras cosas por el temor a que un pacto del PSOE con
Podemos y otras fuerzas de izquierdas desaloje a
Mariano Rajoy de la Moncloa. A Pedro Sánchez, sobra decirlo, le interesa mucho más un pacto con Ciudadanos que un
frente popular con Podemos, IU y otros partidos que se presten al
invento. El partido de
Pablo Iglesias, además, está perdiendo fuelle, como han demostrado también sus resultados en Cataluña.
Toda esa estrategia electoral es la que se va al traste, en fin, si el ganador de las elecciones es el PSOE de Pedro Sánchez y, encima, la segunda lista más votada, la de Ciudadanos de Albert Rivera.
La demoledora encuesta, como digo, está sobre la mesa de Moncloa, y ayuda a explicar el nerviosismo en Presidencia. Equivale a despertar destemplado del sueño de gobernar con Ciudadanos. Esa posibilidad se esfuma: a Ciudadanos le da lo mismo pactar con el PP o con el PSOE.
En la última encuesta del CIS, la de agosto, todo sonaba bastante mejor:
el bipartidismo se recuperaba, sobre todo el PP, mientras Podemos y Ciudadanos perdían gas. El estudio daba la victoria al PP, con un 28,2% de los votos, y el PSOE quedaba en segundo lugar, con un 24,9%.
Y a todo eso se une la profunda crisis interna en el PP,
con bronca incluida entre Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, tras las elecciones catalanas. La vicepresidenta acusó al
número uno de no haber hecho nada en tiempo ni con la sufiente dureza para frenar a los independentistas (y de que todo lo que se haga a partir de ahora llega tarde). El tupido velo llegó con una comparecencia de Rajoy,
con 24 horas de retraso, y para no decir nada. Pero nada se ha arreglado en el debate interno, que se enciende también por la conveniencia o no de adelantar las elecciones generales (para evitar un mayor desgaste).
Las
declaraciones contra Rajoy de José María Aznar, ex presidente de Gobierno y presidente de honor del PP, añaden más ingredientes a esa crisis.
Las
fuerzas vivas del partido han cerrado filas con su actual líder. Este miércoles le ha tocado el turno a la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, que ha apoyado a Rajoy en la misma línea que ya lo han hecho
Javier Maroto,
Pablo Casado o
Andrea Levy.
Cifuentes ha señalado esta mañana, al explicar sus
primeros 100 de gobierno, que no le parece "adecuado" que Aznar lanzara un comunicado el mismo día en que se reunía el Comité Ejecutivo Nacional -las criticas, mejor dentro-, ni que hablara a posteriori. "Eso no tiene mérito", ha dicho, como "sí lo tiene hacer campaña en Cataluña en una situación muy complicada", que es lo que hecho Rajoy.
Esperar y ver.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com