Las medidas económicas que está aprobando el Gobierno social-comunista de Pedro y Pablo no tienen en cuenta la mayor dificultad que atraviesan las pymes y los autónomos tras el confinamiento forzoso y el cese de toda actividad considerada no esencial por el Ejecutivo. Y esa dificultad se resume en una sola palabra: liquidez.
En primer lugar, porque el pequeño comercio vive al día. Tanto ingreso, tanta liquidez tengo. A lo sumo, si el negocio ha sido boyante, se puede tener liquidez para aguantar un par de meses malos, pero no para soportar un parón absoluto de la actividad. Y si encima hay que seguir pagando impuestos como si nada estuviera pasando, apaga y vámonos. Las supuestas ayudas -líneas ICO, por ejemplo- se convierten en eso, en la única escapatoria del pequeño comercio… para pagar los impuestos. Y cuidado, porque, aunque sean del ICO, son créditos que hay que devolver con intereses.
El problema de la liquidez también afecta a las familias, naturalmente, y por eso los bancos han adelantado a este jueves el pago del subsidio por desempleo del mes de abril, previsto inicialmente para el día 6.
Las grandes empresas, sin embargo, no tienen problemas de liquidez y, si llegara el caso, los solucionan acudiendo al mercado o solicitando un crédito bancario. Por ejemplo, El Corte Inglés, que el miércoles firmó un crédito de más de 1.300 millones de euros con 14 bancos españoles y extranjeros. Es el segundo préstamo desde que comenzara la crisis del coronavirus. A finales de febrero, 24 bancos le otorgaron otro crédito de 2.000 millones, de los que más de la mitad iban destinados a necesidades de liquidez.
Si nadie lo remedia, y lamentablemente eso es lo que parece, la crisis provocada por el confinamiento forzoso será la peor crisis de la historia de nuestro país. Los datos del paro y Seguridad Social publicados este jueves así lo auguran. Y lo peor de todo: el parón de la actividad no está frenando los contagios ni los fallecidos.