Probablemente los dos errores que haya cometido Francisco en su Pontificado hayan sido el Sínodo de la Familia, con la confusión creada acerca de la comunión de los bautizados y vueltos a casar… y arrejuntados en general, y el no reconocimiento expreso, oficial, determinante –aunque si privado– de las apariciones marianas de Medjugorje, actual capital mundial de la confesión y de la conversión.
La Comisión encargada por Benedicto XVI para estudiar las apariciones marianas de Medjugorje, era mayoritariamente partidaria de su aprobación como hecho sobrenatural.
De este modelo, los enemigos de la Iglesia han conseguido poner en solfa un hecho sobrenatural y, sobre todo, el derroche de gracias con el que la Señora ha derramado sobre el mundo desde Medjugorje.
Monseñor Hoser, enviado especial de Francisco, apuesta por la veracidad de las apariciones permanentes de Santa María… no aprobadas por el Vaticano
Francisco no oficializa la sobrenaturalidad de las apariciones marianas, craso error, pero sí envió a un delegado suyo, monseñor Henryc Hoser que sí le da el visto bueno, reiteradamente, sólo que en tono oficioso, que dice cosas como las siguientes: “durante las apariciones, Nuestra Señora propone el ayuno y la limosna, como lo hace la Iglesia en Cuaresma. El mensaje de Medjugorje se practica con el ayuno los miércoles y los viernes (a pan y agua), y hay una oración constante y, en términos de caridad, las obras sociales creadas y practicadas son innumerables y dignas de elogio”.
Mientras, la aldea bosnio-croata sigue siendo la capital mundial de la conversión y de la confesión
¿Cómo que durante las apariciones? Monseñor, que no están aprobadas… En cualquier caso, Hoser anima todas las iniciativas que allí se toman. No están mal, dado que son apariciones… no aprobadas por El Vaticano. Y agradece a la Virgen su presencia.
¿Quién está empeñado en que no se aprueben las apariciones de Medjugorje? ¿A qué espera el Papa para hacerlo?