Meliá Hotels International perdió 79,7 millones de euros durante el primer trimestre de 2020, frente a los beneficios de 11,5 millones que registró en el mismo periodo de un año antes, ha informado a la CNMV.
Y todo como consecuencia del cierre de hoteles ante la crisis del coronavirus.
En cuanto al beneficio bruto de explotación (Ebitda), este llegó a los 14,2 millones, un 84,7% menos. Mientras que el resultado operativo fue negativo, hasta un total de 52,6 millones.
Al menos, los gastos de explotación alcanzaron los 277,6 millones de euros, un 5,6% menos.
Por su parte, la deuda neta de la compañía se situó en los 2.183,9 millones, lo que supone un incremento de 155,1 millones respecto al cierre de 2019.
El consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, ha indicado que la crisis sanitaria ha provocado una caída "drástica y progresiva del negocio", hasta culminar en el cierre de casi todos los hoteles, exceptuando algunos de Asia Pacífico en países con una menor afectación y los 15 que se han destinado al apoyo sanitario, como hospitales o alojamiento para personal sanitario.
Si hay un sector que se siente maltratado por el Gobierno Sánchez ese es el hotelero-hostelero. O sea, el sector económico más importante de España.