Bill Gates, el hombre que presume de haber acertado con la vacuna que nos librará del coronavirus, al pronosticar que la primera "sería la de Pfizer" y que "buscaría la aprobación en los Estados Unidos antes de fines de octubre" se preocupa también de nuestros hábitos alimenticios.
A su actual recomendación de comer carne sintética -preocupado como está por lo que contaminan las flatulencias de las vacas y lo que ello puede perjudicarnos- el dueño de Microsoft nos animaba ya en 2015 a beber agua obtenida de heces humanas. Y como buen magnate de los negocios entonces, Gates publicaba un vídeo en el que él mismo se bebía un vaso de ese 'elixir', a la vez que anunciaba que financiaría la máquina, Janicki Omniprocessor, capaz de convertir excrementos humanos en agua potable y electricidad en apenas cinco minutos.
Gracias, Bill, ya no moriremos ni de hambre... ni de sed.