Meliá perdió 469,6 millones de euros hasta septiembre, frente al beneficio de 101 millones de 2019, después de ingresar 958 millones de euros menos y facturar 430 millones durante los primeros nueve meses del ejercicio. Los resultados, publicados el jueves por la tarde, han hecho caer la cotización de la compañía este viernes más de un 2%, aunque luego se ido suavizando a lo largo de la mañana.
La temporada de verano ha sido un desastre y lo peor es que las perspectivas para fin de año tampoco son buenas. “La ausencia de visibilidad para el cuarto trimestre se acentúa ante un nuevo confinamiento iniciado o previsible en algunos mercados, especialmente en España, Alemania y Reino Unido, aseguró Gabriel Escarrer, el pasado jueves.
El consejero delegado de la compañía quiere ser optimista: “El punto de inflexión que dé comienzo a una paulatina recuperación podría producirse en torno a la Semana Santa de 2021”, afirmó. Es decir, entre la última semana de marzo y la primera de abril, con el estado de alarma aún vigente.