2020 fue un año excepcional para Mercadona. A pesar de la pandemia, creó 5.000 puestos de trabajo, aumentó la facturación un 5,5%, hasta 26.932 millones de euros, y ganó 727 millones, un 17% más que el año anterior. Ahora bien, durante el ejercicio perdió medio punto de cuota de mercado, que actualmente se sitúa en el 26,4%, principalmente porque “algunos competidores lo están haciendo mejor que nosotros”, afirmó este martes Juan Roig durante la presentación de resultados anuales del grupo.
En esta línea, el empresario reconoció que “muchos productos Hacendado no tienen la calidad que el cliente requiere”. Tranquilos, en un par de años se notará la mejoría. De esta manera, Mercadona no entrará en una guerra de precios con la competencia, porque su guerra es la calidad, según Roig.
Las ventas online ya son rentables y facturaron 176 millones de euros, aunque siguen siendo una mínima parte: solo el 1% del total y el 4% en las grandes ciudades, Madrid, Barcelona y Valencia. Poco a poco.
Cuidado con la fiebre ecologista de acabar con el plástico, porque sin ese material muchos productos no cumplirían las normas de seguridad alimentaria, ni se podrían transportar ni almacenar. La cuestión es si luego el envase se recicla o se tira donde no se debe. Ese es el problema.
Aviso a arquitectos: en unos cuantos años las cocinas desaparecerán de las viviendas, o serán un lugar de recreo ocasional. Es la visión de Roig, que pronostica que Mercadona pasará a ser “Mercaurante”, con más espacio para comida para llevar que para ninguna otra cosa. Ya veremos.
¿La sucesión? Roig insistió en la misma idea del año pasado: “Sé quién me va a sustituir pero él o ella no lo sabe”. ¿Y si no quiere? En cualquier caso, “tendrá el mismo poder que yo”, aseguró el presidente. ¿Será entonces una de las hijas que trabaja en el grupo? Porque se hace complicado imaginar que alguien ajeno a la propiedad vaya a tener el mismo poder que Roig y dé órdenes… a la propiedad. Sea como fuere, será dentro de muchos años. “Me encuentro física y mentalmente muy bien”, señaló.
Como en años anteriores, Roig ha evitado criticar al Gobierno, aunque alguna queja se le ha escapado. Por ejemplo, que han sido un sector esencial, “menos en las vacunas”.
Por cierto, nadie se explica por qué la humanidad se lanzó a comprar papel higiénico a destajo cuando estalló la pandemia. Fue algo generalizado, no solo de España. Según Roig, el que descubra la razón se llevará el premio Nobel.