• Desde que Peña Nieto anunciase su intención de aprobarlo, la sociedad mexicana se ha movilizado en su contra.
  • Este sábado 24 de septiembre, más de 400.000  personas de todo el país participaron en la multitudinaria Marcha por la Familia.
  • El 10 de septiembre, más de un millón de personas participaron en las marchas convocadas en 122 ciudades del país.
  • Muchos gays no quieren el matrimonio del mismo sexo, dice el homosexual mexicano Rubén García.
  • "Se necesitó un hombre y una mujer para que yo tuviera vida", afirma.
El 17 de mayo de este año, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), anunció medidas para legalizar en todo el país el matrimonio gay, así como la adopción por parte de parejas homosexuales. La posición del Presidente mexicano causó un fuerte rechazo en la población mexicana. Desde entonces, la sociedad mexicana se ha movilizado contra esta imposición del Nuevo Orden Mundial en su país, contraria a la ley natural. Por ejemplo, este sábado 24 de septiembre, más de 400 mil personas de todo el país participaron en la multitudinaria Marcha por la Familia realizada en Ciudad de México, recoge Aciprensa. Entre los principales pedidos del Frente Nacional por la Familia, organizador de la marcha, están la protección de la familia constituida sobre el matrimonio formado por un hombre y una mujer, el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones, y el rechazo a la imposición de la ideología de género por parte del gobierno. Por su parte, el Papa Francisco mostró su total apoyo a la Marcha por la Familia que tuvo lugar en México este sábado 24 de septiembre, así como por la defensa de la vida en la nación, y pidió por el fin de la violencia en todo el país, recogió también Aciprensa. Así, después de presidir la Misa del Jubileo de los Catequistas y antes de rezar el Ángelus dijo: "Me asocio de buena gana a los Obispos de México para sostener el compromiso de la Iglesia y de la sociedad civil en favor de la familia y de la vida, que en este tiempo requieren especial atención pastoral y cultural en todo el mundo". Anteriormente, el 10 de septiembre, más de un millón de personas participaron en las marchas convocadas en 122 ciudades de México, para expresar su apoyo a la familia y al matrimonio entre un hombre y una mujer, así como su rechazo al mal llamado "matrimonio" gay promovido por Peña Nieto. Juan Dabdoub Giacoman, Presidente del Consejo Mexicano de la Familia, que también forma parte del equipo organizador del evento, calificó esta manifestación y la del 10 de septiembre como "históricas" y "un ejemplo del despertar de México", recogió Aciprensa. "México realmente no se ha caracterizado por ser un país de una gran participación social. Cívicamente hemos sido muy apáticos y este despertar a nivel nacional fue brutal y nos sorprendió incluso a los organizadores", dijo Dabdoub. "Es una marcha para expresarle a los políticos y líderes del país qué es lo que realmente la sociedad mexicana está buscando, que no es lo que la ideología de género y el movimiento LGBT internacional está promoviendo", aseguró. Además, hay también homosexuales que se oponen al matrimonio gay. Como Rubén García, un homosexual mexicano católico que, desde hace algunos años, vive en castidad y colabora en el apostolado del grupo Courage Latino, sirviendo a personas con atracción del mismo sexo. La decisión de promover un estilo de vida acorde con las enseñanzas de la Iglesia le ha valido la persecución del lobby gay, a cuyos integrantes también invita a dejarse transformar por la misericordia de Jesús, recogió la misma agencia. Rubén García señaló que "nos guste o no, aunque yo tenga una atracción homosexual, se necesitó un hombre y una mujer para que yo tuviera vida. No fueron dos hombres o dos mujeres", dijo García. "De una forma u otra yo defiendo y estoy a favor de la familia. Y no solo yo, hay muchos activistas en el ámbito lésbico gay que no están de acuerdo con el matrimonio entre homosexuales", resaltó. Por su apostolado, continuó García, han recibido varias demandas, y denunció que los miembros del lobby gay los tildan de "homofóbicos, reprimidos, amargados. Ellos exigen tolerancia y respeto; bueno, yo exijo lo mismo". José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com