Las violentas feministas que salieron a marchar este 8 de marzo por las calles del centro de Ciudad de México dejaron a su paso destrucción en espacios públicos y privados, y causaron daños en la Catedral Metropolitana de México, informa Aciprensa.
La marcha comenzó alrededor de las 2:00 p.m. desde la Plaza de la Revolución. A pesar de que en el recorrido las autoridades locales e instituciones privadas colocaron diversos tipos de vallas como protección, las feministas las destruyeron.
Estaciones públicas de buses, monumentos y negocios privados fueron vandalizados y en muchas ocasiones las feministas destruyeron los cristales a golpes.
Estaciones públicas de buses, monumentos y negocios privados fueron vandalizados y en muchas ocasiones las feministas destruyeron los cristales a golpes
Sobre las 4:00 p.m., los grupos más violentos de la marcha feminista llegaron a la Catedral de México, provocando enfrentamientos con los pocos fieles laicos que acudieron a defender el templo de cualquier ataque y profanación.
Los laicos, entre los que se encontraban mujeres mayores, fueron atacados a golpes, con pintura e incluso con líquido inflamable. El escaso grupo policial femenino destinado a proteger la Catedral de México fue superado rápidamente por la violencia de las feministas, que pudieron realizar diversas pintas en los muros exteriores del histórico templo mexicano.
Producto de la violencia de las feministas, que arrojaron bombas molotov al Palacio Nacional, residencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mujeres resultaron heridas con quemaduras, entre ellas una reportera gráfica del diario El Universal.
Arturo Segovia, presidente del Consejo Veracruzano +Vida+Familia, denunció la detención irregular de seis varones que defendía la Catedral Metropolitana de México durante la violenta marcha feminista de este 8 de marzo, entre ellos un menor de edad, publica Aciprensa.
En diálogo con ACI Prensa, Segovia hizo “responsable al Gobierno de la Ciudad de México de la desaparición de un menor de edad que detuvieron los de Seguridad Pública junto con 5 jóvenes, que se encontraban rezando en las afueras de la Catedral”.
Para Arturo Segovia, “el Gobierno de la Ciudad de México, al igual que el Gobierno Federal, son especialistas en la simulación. Hacen uso del abuso de la autoridad y reprimen a los católicos”. “Es obvio que la persecución comienza a tocar a la puerta”, advirtió.