El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes una nueva ronda de sanciones económicas contra Venezuela al prohibir a los ciudadanos y residentes estadounidenses comprar deuda venezolana a cambio de efectivo, informa Reuters.

Las sanciones prohíben además la participación en la compra de cualquier deuda del gobierno venezolano, incluidas cuentas por cobrar, particularmente las relacionadas con el petróleo vendido por el país miembro de la OPEP, dijo un alto funcionario gubernamental a periodistas en una teleconferencia.

Trump ya había impuesto con anterioridad sanciones individuales y económicas sobre funcionarios del Gobierno de Venezuela por acusaciones de abusos a los derechos humanos y corrupción.

La acción puesta en marcha el lunes buscar elevar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro, que logró la reelección el domingo en unos comicios calificados como una farsa por Estados Unidos y otros países. Aunque el decreto afecta solo a ciudadanos estadounidenses y residentes, funcionarios gubernamentales han estado hablando con sus pares chinos y rusos sobre la emisión de nueva deuda a Venezuela, afirmó el alto funcionario estadounidense.

Maduro ha contado con el apoyo de China y Rusia, que han proporcionado miles de millones de dólares en fondos en los últimos años

Maduro ha contado con el apoyo de China y Rusia, que han proporcionado miles de millones de dólares en fondos en los últimos años.

“Estas sanciones lo que vienen a evitar es que países de fuera del hemisferio occidental vengan a rescatar financieramente a Maduro para consolidar una autocracia”, escribió el legislador y economista venezolano Ángel Alvarado en Twitter. “Impide a Maduro seguir comprometiendo financieramente los activos de la nación (Citgo) para pagar o emitir nueva deuda”, agregó.

Otros países también insinuaron sanciones, con España a la cabeza de las críticas de la Unión Europea a las elecciones.

Previamente, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo en un comunicado que “las elecciones en Venezuela fueron un engaño, ni libres ni justas”. “Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados mientras Venezuela se derrumba y continúa la miseria de su valiente pueblo (...). El régimen de Maduro debe permitir ayuda humanitaria hacia Venezuela y debe permitir que su gente sea escuchada”, agregó.

En un comunicado diferente, el secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que Estados Unidos “adoptará rápidas acciones económicas y diplomáticas para apoyar la restauración de su democracia”, sin ofrecer más detalles.

Varios países denunciaron las elecciones como una “farsa”. Maduro, que asegura que la nación está siendo atacada por los críticos de su gobierno izquierdista, calificó el proceso como una victoria contra el “imperialismo”.