Alguien en Moncloa se ha molestado por la crónica del pasado martes, en la que se decía que el plan del ministro de Agricultura, Luis Planas, consistía en subirle los precios al consumidor -todos compramos alimentos- para salvar el precio del agricultor.
Lo que era un aplauso a la norma se interpretó como una crítica a la misma. No era así pero en otro sentido sí que podía haber un error: no de huevo sino de fuero. Y es éste: ¿el plan del ministro Planas aumentará la renta del agricultor o la del intermediario, es decir, industria alimentaria y grandes superficies de distribución? Porque Pedro Barato, de ASAJA, la voz más autorizada del campo español, ha calificado el plan como ‘insuficiente’, mientras que, atención, la patronal FIAB ya le acusa de lo contrario, de que puede vulnerar la normativa europea sobre libre comercio y fijación de precios.
Dos productos típicos que se venden a pérdidas: leche y aceite de oliva
La verdad es que sólo cabe atentar de frente contra esa normativa y fijar precios mínimos (igual que se fijaron precios máximos para el combustible). Se trata de fijar precios mínimos por debajo de los cuales ninguna industria agroalimentaria, ninguna gran superficie, puediera comprar género.
Ya es hora de que en España no se tome como un oráculo todo aquello que proceda de Bruselas… como hacen otros muchos países cuando ven sus intereses en solfa. Por ejemplo, lo que hace Alemania con la banca alemana: allí no entra Bruselas.
Al final, los agricultores quieren, sobre todo, imponer el precio
En definitiva, apoyamos el plan de Planas pero nos parece que se queda corto. ¿Qué no se puede fijar precios mínimos para los productos agrarios? ¿Quién lo ha dicho? No se debe pero se puede.
El resto es de menos importancia aunque propicie más titulares. El ministro Planas busca multas de hasta un millón de euros, contra la venta a pérdidas. E insito: hay unanimidad en el sector. Las medidas del Gobierno se quedan cortas, muy cortas. Aún así, las grandes superficies se preparan para la batalla legal conta la multas por productos gancho a bajo precio
Dos productos típicos que se venden a pérdidas: leche y aceite de oliva.
Y de paso, que Pedro Sánchez deje de provocar a Donald Trump, “un tipo con el que se puede negociar pero no desde el comunismo”
Ahora bien, la fijación de precios mínimos de venta (y de compra por parte de industrias y grandes superficies) es la clave y es lo que quieren las organizaciones agrarias. Eso el Gobierno Sánchez no lo ha hecho.
Y de paso, que Pedro Sánchez deje de provocar a Donald Trump, “un tipo con el que se puede negociar pero no desde el comunismo”, como decía un representante de ASAJA, ni tampoco con las puñaladitas que Sánchez le lanza en los mítines. Al parecer se ha olvidado que ya no es secretario general del PSOE. Ahora es presidente del Gobierno.