Punto y final. Última comparecencia del presidente del Gobierno, horas previas al decaimiento del estado de alarma. Sánchez ha convertido la declaración institucional en un discurso triunfalista de lo que se supone ha conseguido el Gobierno en estos tres meses largos, y a las puertas de alcanzar la ‘nueva normalidad’. Un mitin de partido disfrazado de declaración institucional. Pero seguro que ha colado en más de uno. Sin preguntas de la prensa, por supuesto, que sólo sabe incordiar.

Y claro que volvemos a la normalidad, nueva o no, porque la intervención de Pedro Sánchez se ha cerrado sin preguntas... como era habitual antes de que estallara la crisis sanitaria.

Y habitual ha sido, y lo de hoy ha servido de rúbrica, que no ha surgido de sus labios un ápice de autocrítica a la gestión realizada por su Gobierno durante la crisis sanitaria.

Es más, Sánchez se ha atribuido la salvación de 450.000 vidas gracias a las medidas tomadas, “según diferentes estudios científicos internacionales” y, en Europa, más de tres millones. Lo que no sabremos nunca es cuántos más se hubieran salvado si el Gobierno hubiera reaccionado a tiempo y hubiera tomado medidas mucho antes.

La declaración institucional le ha servido a Sánchez además, y aprovechando la tragedia del coronavirus, que ya es triste, para vender su programa político: feminismo, ideología de género, ingreso mínimo vital, eutanasia….y unas cuantas mentiras como la precitada: que nuestra economía ha empezado a recuperar el pulso, cuando su estado se agrava por momentos.

La declaración institucional le ha servido a Sánchez, aprovechando la tragedia del coronavirus, para vender su programa político: feminismo, ideología de género, ingreso mínimo vital, eutanasia...

Y ha vuelto a insistir en que gracias al estado de alarma hemos podido limitar movimientos. Y eso tampoco es así Sr Presidente porque lo mismo se podía haber hecho con el estado de excepción. Pero claro, entonces usted no podría haber gobernado. A saber: eutanasia, ley de educación….y el real decreto ley de medidas urgentes para paliar los efectos económicos del coronavirus que incluía una disposición adicional  por la que el Gobierno blindaba la presencia de Pablo Iglesias en la comisión que controla los servicios secretos con el que se estrenó el Estado de Alarma.

Y mientras alababa su gestión del Gobierno, culpaba a la oposición de la crispación política. El presidente ha explicado que “lo único a lo que debemos renunciar es a la falta de respecto, al insulto, al acoso, a la amenaza y a la provocación”. Llamada de atención a navegantes, es decir, a los grupos parlamentarios de la oposición que hablan de ineficacia en la gestión de la crisis. Si no estáis conmigo estáis contra España.

A la oposición: si no estáis conmigo estáis contra España

Porque ha dicho, "Europa necesita salvar a Europa y España debe entenderse con España", para tratar de convencer de las bondades del consenso.  Un consenso, “unidad”, y apoyo de todos los grupos parlamentarios en la negociación se lleva a cabo en el seno de la UE para establecer bajo qué condiciones se prestarán las ayudas del fondo de reconstrucción.

Y ha seguido pidiendo, si ofrecer nada a cambio claro está, apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado del 2021 este otoño.

El presidente ha explicado que “lo único a lo que debemos renunciar es a la falta de respeto, al insulto, al acoso, a la amenaza y a la provocación”: ¿Llamada de atención o amenaza?

Y sin hacer mención alguna al desconcierto en el recuento de los fallecidos (recordar que el Gobierno cifra en 28.313 los fallecidos, aunque el Instituto Carlos III de Madrid contabiliza la morbilidad respecto a años anteriores en más de 41.000 y otros centros los aproximan a los 50.000), tampoco a los cambios de criterio o a la falta de material para los sanitarios durante los peores momentos de la crisis, ha anunciado que el Estado está preparando “una reserva estratégica de productos esenciales” para afrontar los futuros rebrotes hasta que por fin haya un tratamiento eficaz o una vacuna contra el Covid-19

Reparto de agradecimientos y reconocimiento a los que han combatido en primera línea. Los primeros, los sanitarios, y también Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas, agricultores, supermercados, responsables de los suministros, maestros, profesores y psicólogos, al mundo de la cultura y el deporte, a los medios de comunicación, a mayores, jóvenes y mujeres... 

Y otro homenaje, (debe ser así mismo), por no dejar a nadie atrás, “como hemos hecho al aprobar el ingreso mínimo vital sin ningún voto en contra en el Congreso”.