Ya hemos comentado el ridículo que ha hecho el Gobierno y en concreto el presidente Pedro Sánchez tras vendernos la moto de que iba a haber una cumbre cuasi planetaria con su homólogo Joe Biden y luego aparecer las imágenes de ambos andando por un pasillo durante unos segundo en los que Biden no le hace ni puñetero caso a Sánchez.
Pues bien: el Gobierno parece empeñado en seguir profundizando en el ridículo a tenor de las declaraciones que ha efectuado esta amañan en la SER la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, quien ha sostenido que ambos presidentes "tuvieron ocasión de departir" unos minutos antes del paseo ante los medios ya que antes del encuentro sendos presidentes tuvieron 30 minutos en que todos los líderes estuvieron "solos y fuera de las cámaras".
Fue entonces, antes de acudir a la foto de familia, cuando el jefe del Ejecutivo español y el mandatario estadounidense habrían tenido "ocasión de departir". Un espacio, ha revelado la ministra, que también sirvió a Sánchez para hablar con la canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente francés, Emmanuel Macron.
La jefa de la diplomacia española ha explicado que Sánchez trasladó a Biden su interés en los "vínculos en materia de seguridad y defensa", la situación en Hispanoamérica y también las políticas impositivas a las multinacionales, además del compromiso en acuerdos de cambio climático.
O sea, que Sánchez y Biden hablaron de todo eso, en una sala en la que estaban acompañados de los demás jefes de Estado.
Lo peor es que Laya nos toma por estúpidos.