Miércoles 29, un día agitado en El Corte Inglés (ECI). A primera hora de la mañana tenía lugar la vista previa judicial sobre la presunta ilegalidad de la adopción de Marta y Cristina Álvarez Guil, principales accionistas de El Corte Inglés (dejando a un lado la Fundación Ramón Areces, que posee un 38%), por el anterior presidente, Isidoro Álvarez. Al final, la juez aceptó aplazar la vista hasta el 21 de junio.
Otrosí: a las 12,00 comenzaba el Consejo de Administración, donde se analizaron las cuentas del ejercicio trascurrido entre 1 de marzo de 2018 y el 28 de febrero de 2019. Muchos rumores en Hermosilla 112 por si podían plantearse un reforzamiento de las funciones del presidente, Jesús Nuño de la Rosa.
Pero no, lo que hicieron fue aprobar las cuentas del ejercicio para la Junta de agosto. En pocas palabras, y como ya adelantara Hispanidad, se avanza en el saneamiento financiero pero las ventas no despegan sino mínimamente.
El juicio por la adopción de Marta y Cristina Álvarez Guil queda aplazado hasta el día 21 de junio
Y los dos hechos están relacionados con la preocupación del Gobierno, del Santander, el banco de El Corte Inglés, por encontrar un comprador para un paquete accionarial de El Corte Inglés. Y aquí viene lo bueno: ese inversor, al que aluden como hombre de prestigio irresistible, liquidez sobrada, nacionalidad española… nos lleva a pensar en el Inditex de Amancio Ortega.
En cualquier caso, el vendedor debería estar dispuesto a adquirir, no sólo el 7,5% en poder de César Álvarez, María Antonia Álvarez y Dimas Gimeno, sino toda IASA (22,5%) cuyos poderes políticos obran en poder de Marta y Cristina Álvarez Guil, así como la participación de Catar (en la jerga de ECI, ‘el moro’). Total, que el vendedor se haría con el 33% del capital.
Las cifras del último de ejercicio que se han visto en el Consejo no bastan: más saneamiento financiero pero pocos ingresos
A partir de ahí, que se sume el que quiera: la Fundación Ramón Areces, que preside Fernando Lasaga, Mancor (Paloma García), Ceslar (Carlota Areces)…
Y ojo, el Santander de Ana Botín es el banco de El Corte Inglés, así como propietario del 51% de la financiera de El Corte Inglés. La teoría del Gobierno Sánchez es que quiere estabilidad en una empresa de 90.000 empleados y un grupo señero en la economía española. La teoría de Santander es que El Corte Inglés es uno de sus principales prestatarios, además de socio en la financiera. Teoría de fácil interpretación en el mundo de la gran empresa.