“Estamos profundamente preocupados por el empeoramiento de la situación en Cabo Delgado, que se ha convertido en el escenario de una guerra misteriosa e incomprensible", así lo afirman en un comunicado recibido en la Agencia Fides los obispos de la provincia eclesiástica de Nampula, en el norte de Mozambique, una región devastada por violencia por grupos yihadistas.
"La guerra que comenzó en octubre de 2017 se está extendiendo por toda la provincia y con ella muchas otras formas de violencia y violación de los derechos humanos, deteriorando las condiciones de vida ya precarias y causando un gran sufrimiento entre la población", denuncian los obispos.
"Las dramáticas consecuencias de esta crisis son evidentes: incendios en las aldeas, destrucción de la infraestructura económica y social, poblaciones asustadas y hambrientas, familias que huyen, confundidos y desorientados sin saber dónde buscar refugio y protección", dice el comunicado. "Y para empeorar las cosas, la provincia de Cabo Delgado, ya muy afectada, se ha convertido, lamentablemente, en el epicentro en Mozambique, del estallido de la pandemia mundial causada por el Covid-19”.
Las dramáticas consecuencias de esta crisis son evidentes: incendios en las aldeas, destrucción de la infraestructura económica y social, poblaciones asustadas y hambrientas, familias que huyen
“Como pastores, queremos expresar nuestra cercanía y solidaridad con todos nuestros hermanos y conciudadanos en Cabo Delgado y, al mismo tiempo, alentarlos a que nunca pierdan el coraje y la esperanza de tiempos mejores. Jesús resucitado ha vencido a las fuerzas del pecado y la muerte, nos asegura que el odio, la destrucción y la muerte no tienen la última palabra, sino que la tienen la victoria de la vida, la justicia y el amor", dicen los obispos que expresan agradecimiento y reconocimiento “a todos aquellos que, dentro o fuera, realizan y multiplican las iniciativas para mitigar el sufrimiento de las personas.
Finalmente, los obispos recomiendan a los fieles de la provincia de Cabo Delgado que no disminuyan las precauciones necesarias para evitar la propagación del coronavirus. "Por el bien de la vida, la nuestra y la de los demás, todos debemos observar estrictamente las medidas de contención indicadas por las autoridades sanitarias y nuestro gobierno".