Este martes se ha conocido que el pasado domingo murió Ferdinand Piëch, el histórico expresidente de Volkswagen y el gran artífice de lo que es hoy el grupo automovilístico alemán, en Baviera, a los 82 años. Y entre su destacada y larga trayectoria en el sector, también destaca el fichaje del ingeniero industrial español José Ignacio López de Arriortúa (más conocido como ‘Superlópez’).
Piëch era nieto del fundador del grupo Volkswagen, Ferdinand Porsche. Nació en 1937 en Viena (Austria), era ingeniero mecánico y tras acabar sus estudios, empezó a trabajar en Porsche, la compañía de su abuelo, convirtiéndola en una marca de carreras con vehículos legendarios que lograría la primera victoria en Le Mans. En 1972, Piëch pasó a ser CEO de Audi y de ahí, saltó al grupo Volkswagen en 1993, donde haría una reestructuración que le devolvería a la rentabilidad. Piëch lideró el grupo entre 1993 y 2002: impulsó algunas marcas adquiridas (como la española Seat, la checa Škoda, la italiana Lamborghini o la británica Bentley), la integración de otras (MAN, Scania, Ducati o Bugatti) y la internacionalización en EEUU y Canadá.
Piëch empezó en Porsche, pasó a Audi y después saltó al grupo Volkswagen, donde impulsó varias marcas (Seat, Škoda, Lamborghini y Bentley) e integró otras (MAN, Scania, Ducati o Bugatti)
En 2002, le sustituyó Bernd Pischetsrieder, pero Piëch siguió presidiendo el Consejo de Supervisión del grupo hasta 2015. Ese año, tuvo un sonado enfrentamiento con el sucesor de Pischetsrieder, Martin Winterkorn (al frente del grupo Volkswagen desde 2007) y dejó el grupo en abril, meses antes de que saliera a la luz el escándalo ‘dieselgate’ (caso donde Winterkorn está imputado por fraude junto a otros cuatro responsables). Y en lo personal, Piëch también ha vivido varios cambios, pues tuvo cuatro parejas, aunque sólo se casó tres veces y tuvo 12 hijos, que le han dado 26 nietos.
En la trayectoria en el sector automovilístico, conviene destacar que fue quien fichó a ‘Superlópez’. López de Arriortúa llevaba desde 1980 en General Motors (GM), donde había ido ascendiendo hasta convertirse en jefe mundial de compras, pero le fichó Volkswagen. GM le acusó de fraude, espionaje industrial y robo de documentos. El proceso judicial duró tres años y acabó en 1997 con un acuerdo entre ambos fabricantes por el que el alemán se comprometió a pagar 100 millones de dólares (90,1 millones de euros) y a comprar componentes a GM por 1.000 millones de dólares (901 millones de euros) durante siete años. ‘Superlópez’ fue obligado a dimitir y a finales de los 90 montó una consultora de inversiones y logística (Management Arriortúa). Hoy está ya retirado a sus 78 años.
Hans-DieterPötsch refiere que "Piëch ha escrito historia del automóvil" y Herbert Diess destaca que "llevó la calidad y la perfección hasta el último detalle" en Volkswagen
En el grupo VW, los 660.000 empleados han lamentado la muerte de Piëch. Hans-Dieter Pötsch, presidente del Consejo de Supervisión, ha señalado que “ha escrito historia del automóvil como un gerente apasionado, ingeniero ingenioso y emprendedor visionario. Desde la década de 1960, ha moldeado significativamente el desarrollo del automóvil, impulsando el avance de toda la industria y, sobre todo, Volkswagen, transformando la empresa en un grupo de movilidad global”. Por su parte, Herbert Diess, CEO del grupo, ha añadido que “Piëch fue valiente, emprendedor y técnicamente brillante” y “llevó la calidad y la perfección hasta el último detalle en la industria automotriz, anclándola profundamente en el ADN de Volkswagen”.