- Desde que Peña Nieto asumió la Presidencia en diciembre del 2012, más de 30.000 personas han muerto en hechos violentos.
- Y una encuesta reveló un aumento en el número de delitos comunes en el país.
- El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, confirma que la percepción de inseguridad puede contagiar a la economía.
- A ello se añade el escándalo por un presunto conflicto de intereses de su esposa y el ministro de Hacienda por la compra de sendas viviendas a una empresa próxima al Gobierno.
La noche de este lunes 5 de enero fueron encontradas en el estado de Guerrero, en México, siete fosas clandestinas que contenían diez cuerpos y once cabezas. La noticia es relevante tras la desaparición de 43 estudiantes de la escuela de Ayotzinapa, en Iguala, tras un ataque de la policía local, en septiembre del año pasado. Aunque todavía no se sabe si los restos pertenecen a dichos estudiantes.
Para más inri, el hallazgo de las fosas coincidió con la reunión del presidente de México, Enrique Peña Nieto (en la imagen), y su homólogo estadounidense Barack Obama en Washington, para discutir la agenda común; entre otros temas, el repunte de la violencia en México.
Y es que desde que Peña Nieto asumió el cargo en diciembre del 2012, más de 30.000 personas han muerto en hechos violentos. Pese a que la cifra es menor comparada con el período equivalente de su predecesor, Felipe Calderón, y se ha logrado la captura de importantes capos, la delincuencia organizada se ha extendido a otras zonas del país y ha diversificado sus operaciones.
Encima, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, realizada por el gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), reveló un aumento en el número de delitos comunes en el país.
Y el problema se agrava cuando la percepción de inseguridad, especialmente por las protestas ante la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, empieza a afectar la economía. El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, reconoce el problema. "Hechos tan graves como éste pueden tener un efecto sobre la percepción del país en general, en la actividad económica, en el inversionista", dijo el funcionario en Washington. Hasta ahora no se conocen inversiones canceladas por la inseguridad. Pero algunos cuestionan el papel de las autoridades en el tema.
A la tragedia de Ayotzinapa se suma el escándalo por la mansión –conocida como la Casa Blanca- que compró Angélica Rivera, esposa del presidente Peña Nieto, al consorcio Higa que es contratista del gobierno. Ello supone un presunto conflicto de intereses en el que habrían incurrido su esposa y su ministro de Hacienda por la compra de sendas viviendas a un empresa vista como cercana al Gobierno.
Pero el presidente de México no hará un "mea culpa" ante las denuncias, según ha dicho el portavoz presidencial, Eduardo Sánchez. "No existe conflicto de intereses", ha enfatizado Sánchez. "Habrá un mea culpa, y lo habrá siempre cuando nosotros tomemos una decisión equivocada, y no nada más un mea culpa sino una corrección, una consecuencia que lo plantee", ha agregado.
No obstante, horas bajas para Peña Nieto, al que se le acumulan los problemas.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com