Naturgy ha puesto fin a su actividad en Kenia, que se limitaba a una planta de generación eléctrica con diésel de 52,5 megavatios (MW). La compañía ha cerrado la venta de Iberafrica, que anunció hace poco más de 21 meses, a AP Moller Capital, un fondo especializado en infraestructuras de África, por unos 57,5 millones de euros, de los que se lleva 43,125 millones al ser dueño del 75%.
El 25% restante de Iberafrica es propiedad del fondo soberano Kuwait Investment Authority (KIA), el cual recibirá 14,375 millones. Desde 1997, Naturgy y KIA eran socios de la sociedad Global Power Generation (GPG), dueña del 100% de Iberafrica y dedicada a la generación eléctrica internacional. La operación no generará a Naturgy plusvalías significativas, por lo que no ha tenido un gran aplauso bursátil: la cotización sube poco más de un 2%, frente a un Ibex que lo hace un 3,8%.
La operación no generará plusvalías significativas y no recibe un gran aplauso bursátil: la cotización sube poco más de un 2%, frente a un Ibex que lo hace un 3,8%
Con esta desinversión, anunciada en junio de 2018, la compañía que preside Francisco Reynés da otro pequeño paso en la optimización de su cartera de activos, como recoge su Plan Estratégico 2018-2022. Asimismo, avanza “en su política de equilibrar su ‘mix’ energético hacia tecnologías limpias de menor impacto medioambiental”, ha señalado el ejecutivo, tras dejar de operar la planta de generación con diésel en Nairobi con el cierre de la venta y después de que el año pasado dejara de funcionar otra de 51,1 MW que actualmente está en desmantelamiento.
Tras vender Iberafrica y después de salir de Egipto a finales de febrero al poner fin al conflicto que mantenía desde 2012, la presencia de Naturgy en el continente africano se limita a dos países: Argelia y Marruecos. En estos, la actividad es fundamentalmente lo relacionado con los gasoductos del Magreb y de Medgaz, respectivamente.